28 de Octubre del 2024

Análisis de Silent Hill 2 Remake - PS5

Un esperado regreso a la mejor entrega de la saga.

De vuelta en Silent Hill

Si hablamos de una serie paradigmática en los juegos de terror, esa es Silent Hill, que aunque ha tenido una vida larga y varias entregas, son los primeros tres títulos los que se han grabado más a fuego en la memoria de los gamers. Y de ellos, el consenso es que la segunda entrega es, sin dudas, la mejor.

Con esta remake, se trata de evocar para los viejos jugadores aquella opresiva sensación de cuando jugaron SH2 por primera vez, a la vez que atraer a nuevos que nunca tuvieron la oportunidad o no hayan querido ocupar su tiempo en un juego que, aceptémoslo, no ha envejecido bien en cuanto a jugabilidad y gráficos.

Una necesaria actualización

El primero de los cambios importantes es, por supuesto, el gráfico. La diferencia entre la generación actual y la del Silent Hill 2 original es notable, no sólo en cuanto a texturas, movimientos, etc; sino también en algo mucho más importante, como es el control de la cámara. Mientras que el juego original mantenía ángulos de cámara fijos o semifijos, en el remake tenemos la ya hiperpresente cámara sobre el hombro que permite explorar más detenidamente, así como moverse y pelear mejor.

Ahora bien, si comparamos SH2: Remake con otros juegos de la presente generación, no esperen que destaque demasiado. La serie Silent Hill nunca fue demasiado innovadora o llamativa en cuanto a su nivel gráfico, sino en su ambientación. Estos juegos deben sentirse opresivos y claustrofóbicos, y el remake lo logra a la perfección. Es una sensación que extrañaba y no me había dado cuenta.

Si hablamos del desarrollo de la historia, el juego permanece prácticamente idéntico a su contraparte de 2001. El pueblo de Silent Hill es un poco más abierto y hay más opciones para explorar; los mapas, puzles y locación de los ítems varían un poco; hay algunos diálogos nuevos; pero no demasiado más. Los sucesos ocurren tal cual el original, y la historia no se expande de ninguna manera. Lo que sí tenemos son 8 finales diferentes, 6 de los cuales ya estaban presentes en el original, pero además 2 extras que requieren de nuevos elementos para obtenerlos.

La jugabilidad, por su parte, es el otro elemento que realmente necesitaba una mejora. Además de la mencionada posición de la cámara, también han agregado comandos rápidos para acceder a todos los ítems necesarios. En el original, por ejemplo, si queríamos cambiar el arma en medio del combate, había que abrir el menú, seleccionar el arma y equiparla, lo cual era engorroso y anticlimático.

Ahora, cada arma tiene un botón del pad para poder equiparla en medio de la acción, y lo mismo con los ítems de curación con su propio comando. De esta forma el combate es más dinámico y la acción no se frena. En consecuencia, las peleas contra bosses se han vuelto más desafiantes, pero también más emocionantes y espectaculares.

Otro agregado excelente es un botón de esquive. En el original, el combate cuerpo a cuerpo era una necesidad para ahorrar recursos, pero al mismo tiempo era casi un suicidio meterte cerca de los enemigos más fuertes. En el remake, gracias a que podemos esquivar ataques con animaciones mucho más dinámicas, el melee es una opción muy válida durante todo el juego, al punto de que, con habilidad, es posible completarlo sin gastar una sola bala.

Conclusiones

Silent Hill 2 es una remake correcta, que mantiene todo lo que hizo al original un juegazo mientras actualiza todos esos elementos que ya han quedado obsoletos. Sigue siendo desafiante y opresivo, pero es mucho menos robótico. Además, explorar con una cámara más libre suma muchísimo a la experiencia.

Lo mejor

· Las actualizaciones gráficas y de jugabilidad.

· El ambiente opresivo.

· El sonido, la música y la utilización del dualsense.

Lo peor

· Podría haber expandido un poco más la historia.

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