Análisis de SuperEpic: The Entertainment War (PSN/XBLA/eShop) - PS4

Ya llegamos a 2020, por lo que veo poco necesario tener que explicar lo que representa un micropago en un videojuego. Algunos gratuitos y otros no, estos micropagos se pueden realizar opcionalmente para poder seguir jugando, o avanzar más rápido, o tener más atributos, o hasta simplemente adornar a nuestro personaje. Lo cierto es que en estos últimos años varias empresas supieron sacarle muchísimo provecho a esto, llenándose los bolsillos prácticamente de la nada. Okey, no quiero que este análisis se convierta en una crítica, pero en sí SuperEpic esconde un poco de esto detrás de toda su humorística trama.

Todo comienza cuando el dúo protagonista, un mapache sobre una llama, hace irrupción en RegnantCorp. Si, dije un mapache sobre una llama, leyeron bien. Éstos son parte de un grupo rebelde, que se infiltra en esta enorme empresa que se encargó de aniquilar la industria del gaming con sus juegos gratuitos plagados de micropagos. Claramente nuestros personajes siguen recordando las buenas épocas, por lo que deciden poner manos a la obra y hacerles destrozos a estos cerdos... porque literalmente la mayoría de enemigos lo son. Como imaginarán, esto es muy bizarro, lleno de referencias, y con diálogos sin sentido.

El juego sigue las normas clásicas del género de acción y plataformas en 2D a lo "metroidvania". Contaremos con un único mapa de gran tamaño, con sectores bien diferenciados, libertad de exploración, secretos, salas que requerirán de una nueva habilidad para ingresar, bosses y un largo etc. Desde el inicio, lo que más destaca en SuperEpic es su ambientación y diseño de enemigos, los cuales son todo tipo de animales con animaciones geniales. Luego de eso tengo que ser directo y decir que no estamos ante una maravilla del género, ni logra trepar más alto en éste; incluso diría que no vi casi nada que no haya visto. Eso sí, es un título ideal para quien nunca jugó algo así, ya que es bastante amigable con la dificultad.

Nuestros queridos animales tienen, en principio, tres botones de ataque. Cada uno de ellos representa un arma distinta, y también una dirección. Por ejemplo, con triángulo (en el caso de PS4) daremos un gancho hacia arriba. Más adelante comenzaremos a desbloquear habilidades, como un esquive, el doble salto, el lanzamiento de municiones y más. En distintas salas encontraremos a unos extraños personajes que nos proporcionarán mejoras. Mejorar al dúo es bastante sencillo, porque todo se hace a través de monedas y cada enemigo derrotado nos deja un puñado. Basta con no dejar salir a nadie ileso en nuestro recorrido para que el dinero nos alcance para todas las mejoras. Y de no ser así, una vuelta más lo soluciona. De esta forma, los enemigos comienzan a verse mucho más débiles ante nuestro poder.

Como no podía ser de otra forma, hay algunas salas misteriosas, que en principio no sabremos para qué sirven. Por ejemplo, hay una con un personaje durmiendo que se repite varias veces, y más adelante podremos saber porqué está. Pero la más interesante es una que nos pide una contraseña, y la forma de conseguir ésta es buscando un código QR, escanéandolo con nuestro celular y jugando un minijuego. ¿Interesante?, si. ¿Divertido?, no tanto. Esta es otra burla hacia aquellos juegos mediocres con micropagos, pero quizás habría que buscarle alguna vuelta porque terminan obligándonos a embolarnos para plantear este punto. Por suerte son opcionales.

Si vamos directo al grano, el juego ronda las 6 horas, aunque puede estirarse un poco más. Su dificultad se eleva un poco en las últimas instancias, pero si te mantenés al día con las mejoras, es un juego sencillo. Lamentablemente sus bosses no representan un gran desafío. Además, el diseño de niveles no es muy llamativo, ni rompe "el esquema" con alguna sorpresa. Siempre mantiene una línea básica. Lo que sí aplaudo es el gran abanico de enemigos que nos esperan por todo RegnantCorp, aunque lo malo es que en su mayoría se derrotan de la misma manera. Por el lado artístico, el juego tiene un más que bonito estilo pixel-art, y la banda sonora es súper divertida... o súper épica jeje.

SuperEpic: The Entertainment War es un metroidvania que cumple con lo justo, y puede ser bastante recomendado para alguien que recién ingresa en el género y no busca las opciones más hardcores. Si ya te pasaste los mayores exponentes, te va a resultar muy sencillo, aunque así y todo tiene varias risas aseguradas por su temática bizarra. Linda banda sonora y diseño de enemigos; flojo mapa y bosses.

· Lleno de humor y bizarres.

· Diseños de enemigos.

· A pesar de su simpleza, es entretenido.

· Buena opción para alguien nuevo en el género.

· Banda sonora.

· Los bosses no resultan muy inspirados.

· No logra destacarse dentro del género.

· La estructura del mapa se mantiene en una línea básica.