Análisis de Sniper Ghost Warrior Contracts - PS4

¿Qué decir de Sniper Ghost Warrior? Es el eterno competidor, el que siempre está ahí de lograrlo... pero se cae al final y la pechea. La franquicia quiso aprovechar el nicho que había capturado Sniper Elite, la de los shooter de francotirador realista, pero nunca pudo darnos un juego de calidad. Contracts se acercó un poco más que sus antecesores, pero no alcanza.

Repasemos un poco la historia de Ghost Warrior: los primeros dos juegos eran completamente lineales, casi al punto de ser un shooter “on-rails”, con un sistema de stealth mediocre y sin demasiados puntos altos, más allá de la física de bala. El tercero, quiso hacer la gran Far Cry en un enorme mundo abierto, que al final resultó vacío y aburrido (justamente, el mismo problema que suele tener Far Cry). Con Contracts decidieron tomar una página -otra- de Sniper Elite, y crear un mundo abierto pero restringido a una serie de mapas. Sin dudas, una buena idea. Esto hace que Contracts supere muchos de los problemas que arrastra historicamente y lo hace un juego más entretenido, aunque esto no ha sido suficiente.

En esta oportunidad, encarnamos a un francotirador mercenario de nombre código “Seeker”, al que le encargan una misión en la reciente República Independiente de Siberia, territorio que se habría separado de Rusia hace pocos años. Por supuesto, las misiones tendrán que ver con sabotaje y asesinato a larga distancia. Pero, ¿quién tendría interés en pagar por estas muertes?, ¿Rusia?, ¿EEUU?, ¿un jugador que no esperamos? Todas estas preguntas serían el condimento perfecto para una buena historia de intriga. Lamentablemente, el setting no es más que una excusa para ponernos detrás de la mira del rifle. No hay desarrollo de personajes y las misiones son genéricas. La historia tampoco tiene un avance interesante, y si tenemos en cuenta que el juego es relativamente corto, toda esa promesa se queda en la nada.

La jugabilidad y la física del disparo es lo que redime un poco al juego. Si bien es un poco más “arcade” que su competidor directo, aún así hay que tener en cuenta cosas como el viento, la distancia o la caída del proyectil; todo para lograr ese tiro perfecto. Y lo mejor es que, cuando llega, se nos recompensa con una linda y sangrienta secuencia de bullet-cam. En sí, la mayor parte del juego la vamos a pasar en una serie de sandbox, con un número de objetivos principales (no menos de cinco) y otros secundarios. La idea es encontrar la posición perfecta para llevar a cabo nuestra misión, si es posible, sin ser descubiertos.

Lo interesante es que el modo en que completemos los objetivos queda a discreción del jugador: podés encontrar una posición ventajosa desde donde disparar, o infiltrarte y realizar la acción de forma cercana y personal. Incluso es posible completarlos en modo full-shooter, corriendo y disparando a todo. No es recomendable, pero se puede.

En el camino a cada objetivo nos vamos a cruzar con patrullas dispersas o bases de avanzada. La manera de lidiar con estos problemas también es abierta: desde ignorarlos y buscar una ruta alternativa, hasta meterse en el medio e interrogar a algún enemigo por un poco de valiosa información.

Para navegar y posicionarnos, lo más efectivo es no ser vistos. Para eso haremos uso de las mecánicas de stealth que son, como mucho, mediocres. En si es bastante clásico: uso del paisaje para esconderse y de la velocidad de movimiento para que no nos oigan llegar, así como el uso del cuchillo para no hacer ruido. El tema es que el sistema es muy anticuado, y la baja calidad gráfica no ayuda en nada. Uno de los problemas que vamos a tener de forma frecuente, es que si estamos escondidos en pasto alto, este no deja ver lo que tenemos adelante. Un problema que ya el MGS3 había resuelto en la PS2 haciendo la maleza enfrente nuestro translucida, acá se convierte en un incordio constante. Por suerte (o no) la IA de los enemigos es tan básica que no importa demasiado.

Por último cabe mencionar que el juego está PLAGADO de bugs y glitches. Hacía mucho tiempo que no jugaba un título tan roto. Lo más común, es que quedes atrapado en el escenario y no puedas salir; pero otros errores incluyen cosas como que la pantalla se ponga negra en medio de una escena, o que al cargar un checkpoint quedes en medio de la mira de una torreta automática o una cámara, lo que hará que te descubran invariablemente. 

Pasar de un mundo abierto tipo sandbox, a una serie de mapas abiertos fue sin dudas una buena elección. Esto permite que los escenarios tengan más vida y sean más entretenidos. A esto le tenemos que sumar una muy buena mecánica de disparos que hacen que, en general, el juego se disfrute. Lamentablemente, una historia sin desarrollo, sumado a mecánicas de navegación anticuadas y gráficos pobres, nos da un título que puede ser entretenido pero no recomendado cuando existen opciones mucho más interesantes. Como de costumbre, Sniper Ghost Warrior aprueba, pero hasta ahí. Al menos esta vez han avanzado un poquito más.

· La mecánica de disparo.

· El cambio de un mundo abierto a uno semi-abierto.

· La historia.

· La jugabilidad en general (exceptuando los rifles).

· Los gráficos.

· Los errores, bugs y glitches.