Análisis de Darksiders II - Xbox 360

Esta secuela deja de lado a Guerra, el protagonista del primer título, para dar paso a Muerte. Sin embargo el primer jinete sigue resultando igual de importante, ya que es el centro de la historia. El argumento de esta entrega ocurre de manera paralela, por ende, recordemos que ocurría en Darksiders: con una introducción alucinante, Guerra es invocado a la Tierra para traer el final; el Apocalipsis. Pero pronto se sorprende al descubrir que sus tres hermanos no se encuentran allí, y que su invocación debía ser un error. Es en ese momento cuando El Concilio, encargado de mantener el balance entre Cielo, Tierra e Infierno, culpa a Guerra de traer la destrucción al mundo de los humanos. El protagonista, sabiendo que no fue así, comenzará un largo viaje para descubrir al verdadero culpable y restaurar a la Tierra. Como podrán imaginar, el objetivo principal de Muerte será ayudar a su hermano y encontrar la manera de probar que él es inocente. Si bien ese es su mayor deseo, este jinete tendrá una preocupación que agrega un nuevo drama a su aventura. Pronto se nos contará mas sobre su raza, los Nephilim, la cual ya se encuentra extinta, siendo los jinetes los únicos que quedan. Pero una posesión que lleva Muerte en su poder podría cambiar ese destino... a cambio de un sacrificio.

La historia sigue siendo uno de los puntos fuertes en esta segunda parte, ya que aunque ya conocemos el objetivo principal, los lugares que deberemos visitar y los sub-objetivos que se presentarán en cada oportunidad nos dan nuevas emociones. Por supuesto, no pueden faltar algunos giros de tuerca y, sobretodo, varias sorpresas que nos dejarán enganchados al juego.

Si creíamos que Guerra era violento, Muerte no le va a dejar ganarse ese título. Apenas tengamos control sobre el personaje, notaremos una jugabilidad similar, aunque Muerte resulta ser más ágil. Esto último se nota sobre todo en las piruetas que podemos realizar para esquivar ataques enemigos, o la implementación de la habilidad para correr por las paredes. Esto último le agrega al juego un estilo similar a Prince of Persia en muchos momentos.
Muerte tendrá un arma principal y una secundaria, y esta última generalmente será para golpes más fuertes pero lentos. Los combos a realizar no se diferencian mucho del primer título, pero sí lo hacen las habilidades especiales. Además de la transformación, la cual es mucho mas veloz que la que poseía Guerra, tendremos habilidades a desbloquear, como una embestida de gran poder, o la invocación de tres demonios para ayudarnos en las batallas. Su utilización reducirá nuestra barra de magia, por lo que deberemos ser cuidadosos.
Desde un nuevo menú podremos asignarle a cada habilidad un botón; lo mismo ocurre con los ítems. Esto logra que las batallas sean más dinámicas.

Como no podían faltar, vuelven los ítems especiales, indispensables para la resolución de puzles. Gracias a ellos, el juego no peca de ser repetitivo, ya que en cada dungeon nuevo que enfrentemos, encontraremos desafíos especialmente pensados para la nueva adquisición de Muerte, continuando con aquel estilo similar a un Zelda que se arrastra desde la primera parte. Algunos de ellos los recordaremos del primer título, como el creador de portales, pero habrá algunos nuevos como la posibilidad de dividirnos en dos. También elementos mismos de cada escenario en particular brindarán más variabilidad a la acción o resolución de puzles.

Otro detalle nuevo, aunque no tan importante, son las charlas con los personajes que encontraremos en nuestro camino. Podemos ir decidiendo que preguntar primero mediante una pequeña lista que se nos ofrece aunque, en realidad, cualquiera que elijamos no cambia nada, por lo que es solo un detalle nuevo.

El inventario de Muerte es totalmente nuevo, y lo primero que notaremos es la gran cantidad de equipo que podremos llevar. No solo serán armas, también contaremos con toda una vestimenta que nos proporcionará mayor defensa. A veces elegir será una cuestión de que estrategia usemos, ya que algunos reducen nuestra defensa pero suben la posibilidad de dar golpes críticos.
Hay dos formas de conseguir nuevo equipo: comprándolo en diferentes puntos de venta o agarrando lo que dejan los enemigos caídos. Esto último les puede resultar pesado con el tiempo a algunos, ya que al terminar cada pelea hay que empezar a recolectar todo, pero no olviden que desde el menú pueden usar la opción para recoger todo automáticamente, sin importar si nos sirva o no. Lamentablemente lo que si no tiene solución es el hecho de tener que verificar el inventario continuamente para ver si algún equipo recolectado recientemente nos sirve o no, ya que es importante estar siempre bien equipados.

Por cada enemigo que eliminemos, cada jefe que enfrentemos, y cada objetivo terminado, se nos dará experiencia. Por supuesto, la misma nos servirá para subir de niveles y así conseguir puntos de habilidad. Los mismos los podremos utilizar para comprar nuevas habilidades, o mejorarlas. Además cada nuevo nivel mejorará nuestras estadísticas.

Si Darksiders sorprendió por brindarnos un escenario grande y con mucha variabilidad, esta secuela está destinada a superarlo en gran escala. Esta vez la exploración abundará mucho más y, por fortuna, podremos controlar a nuestro caballo desde el principio. Este nos permitirá recorrer el mundo de manera más rápida y buscar sus secretos. Probablemente recordarán que la única forma de transportarse rápidamente en el primer título, era a través de los portales de Vulgrim, un misterioso personaje. A la larga eso era bastante pesado, por lo que se corrigió y esta vez para viajar rápido bastará con ir al mapa y elegir el destino. Claro que no se pueden seleccionar los lugares inexplorados.
Los gráficos superan en gran medida a los visto en la primera parte, ofreciendo enormes paisajes, buenos diseños de personajes y escenas con un estilo de dibujo similar a lo que conocíamos. 

El apartado sonoro sorprende con una gran cantidad de melodías. Acompaña muy bien los ambientes de calma y le da el toque de emoción perfecta a los momentos de acción, utilizando una gran variedad de instrumentos. Las voces por su lado, sobresalen mas que nada en los protagonistas. Aunque son mejores las originales, las voces españolas cumplen.

Si la pregunta principal es si Darksiders II supera al primer juego, la respuesta es si. Sin alejarse mucho de lo que ofrecía éste, agrega un mundo enorme y los arreglos que eran necesarios. La trama sigue siendo muy buena y quizá lo mas novedoso: centrándonos solo en la historia, el juego sobrepasa las 20 horas, algo que no se ve mucho en los hack n' slash de hoy en día. Imagínense entonces si a eso le agregamos las muchísimas horas que ofrecen los sidequest.
Como si fuera poco, posee una buena dificultad que crece mientras avanzamos, jefes divertidos y en gran cantidad, muchos puzles y la variabilidad justa para que no canse ni se vuelva repetitivo. De lo mejor del año.

- Historia.

- Dificultad.

- Duración.

- Variación.

- Un mundo enorme.

- Jugabilidad.

- Revisar el inventario constantemente corta la acción.

- A la larga algunas peleas resultan siempre iguales.