Análisis de Need For Speed: The Run - PS3

Se sortea el Gordo de Navidad

Need For Speed: The Run nos pone en la piel de Jack Rourke, un corredor profesional que se ha visto complicado al hundirse en el mundo de las apuestas. Ahora es perseguido por la mafia, la cual no tiene ni un poco de compasión, y no dudará en hacerlo trizas si puede. Al comenzar la historia, nos sumergimos en el despertar de nuestro protagonista luego de una golpiza. Sin tardar mucho, Jack se encontrará luchando por escapar de las garras de estos matones; y obviamente de la prensa que está intentando aplastarlo junto a su coche. Tras una persecución digna de Hollywood, conocemos a Sam Harper. Esta mujer le acerca la única solución para saldar sus deudas con sus acechadores: Participar de una carrera ilegal que va desde San Francisco hasta Nueva York por un premio de 25 millones de dólares.
Casi obligados nos veremos de recorrer una cantidad de aproximadamente 5000 kilómetros de distancia, luchando contra 200 de los mejores pilotos ilegales, la policía y la peligrosa mafia, quienes harán todo lo posible para dejarnos fuera de la competición. Con casi todo en contra, comienza una carrera contrarreloj por salvar nuestra vida.

La carrera

El modo historia divide toda la extensión que debemos recorrer en pequeños tramos; cada uno con distintos objetivos. Dentro de estos, encontraremos carreras donde nuestra tarea será adelantar a un número determinado de corredores; carreras de tiempo, en las cuales deberemos pasar por una serie de puntos de control antes que termine la cuenta regresiva; carreras de batalla, que nos pondrán como reto superar a una serie de corredores y conservar la posición antes que el tiempo acabe y nos elimine; y por último, carreras contra rivales, donde deberemos combatir cara a cara contra otros pilotos de mayor nivel, quienes intentarán representar a una especie de jefes en la historia (aunque sin mucho éxito).
Nuestro coche, como el arma primordial para ejecutar nuestros objetivos, responde con soltura. Aún así no destaca, ya que si bien el juego tiene una tonalidad arcade, el hecho de sentir que se está manejando un kart, resta un poco a la experiencia final del producto. Nos veremos frente a un juego que presentará más dificultad si apuntamos nuestros focos a perder, debido a que el manejo de nuestro vehículo es tan irrealista que será casi imposible salirnos del camino. Aún así, con esto a favor, si llega a suceder que nuestro vehículo se sale del trazado, no bastará con alejarse unos mínimos metros para que el juego interprete que estamos fuera de la carrera y nos obligue a usar un flashback para volver a empezar. Sin dudas, ésto desvirtúa absolutamente todo el juego, y puede llegar a volverse molesto.
La IA tratará de contrarrestar la baja dificultad imponiendo una resistencia. Igualmente, no lo logra del todo bien. El motivo principal se basa en su agresividad, ya que estos corredores dejarán que los superemos con total facilidad, casi aguardando a que lo hagamos. En ese momento se activa el verdadero reto, y, como por arte de magia, los pilotos irán con el objetivo de superarnos a cualquier precio usando todo tipo de artimañas.
Definitivamente ésto vuelve a desbalancear la dificultad durante la partida. Facilmente podremos sacar provecho de ésta grave falla si aguardamos lo suficiente como para superar a todos los oponentes a escasos metros de la línea de llegada -evitando así todo confrontamiento posible-.
Aún con toda la facilidad que corre a nuestro favor, y los flashbacks que nos permiten iniciar nuevamente la carrera desde el punto de control más cercano, su más grande fluctuación llega desde el lado de la re-jugabilidad: es completamente nula. El juego nos obliga a cumplir los objetivos a pie y letra, ya que, si no los logramos, estaremos descalificados de la carrera. Ésto arruina cualquier atisbo de vivir diferentes experiencias al iniciar una nueva aventura, dejándole la impresión de ser un título de una sola partida.

A paso redoblado

En contraposición, Need For Speed: The Run cuenta con una robusta interacción online. Se destaca la aparición de la ya conocida red social Autolog. Ésta se integrará completamente al título en cuestión, facilitándonos información detallada sobre las acciones que están realizando nuestros amigos dentro del juego. Además, nos permitirá invitar a personas a competir en alguna carrera, o ver alguna recomendación de nuestros colegas. Y eso no es todo, ya que Autolog recopilará todos los datos del modo historia, logrando de esta manera una lucha encarnizada por ver quién obtiene los mejores tiempos.

Desde el lado multijugador, nos encontraremos con desafíos de hasta ocho jugadores. Quizás la poca cantidad de modos que nos encontremos, sean vistos de reojo. Pero con ciertas implementaciones que se han agregado, el usuario una buena oferta que lo mantendrá agarrado al juego durante un buen tiempo. Estos desafíos son: Exotic Sprint Racing, Muscle Car, Mixed Competition, Supercar Racing, Underground y NFS Edition Racing; los cuales se ven nutridos gracias a la nueva ruleta de premios que nos obsequiará la bonificación que haya tocado en ésta si es que superamos el evento. Sin dudas es la mejor incorporación vista en el modo multijugador de un juego de carreras, ya que incita a la competición; y realmente no falla.

Un motor nuevo

Gracias a EA DICE, Need For Speed: The Run puede hacer gala de un motor totalmente renovado. Frosbite 2 se encargó de darle un buen lavado de cara a la saga, aunque tal vez no se lo haya exprimido como debería.
Los más de cien vehículos estarán detallados al máximo, quizás recortando mucho en la personalización del coche; pero aún así con un buen acabado en general. Se ha cuidado en detalle tanto al auto nuevo como al hecho trizas luego de varios choques.
Su problema más grande se encuentra en el mapeado. Si bien está creado para todos los gustos y colores, pasando por diferentes locaciones con extensiones variables -todas con un gran espectáculo visual-, no funciona igual con su interacción, pareciendo un gran mapa muerto. Su más alto pico se alcanza con las carreras libradas en urbes, pero éstas ocupan un bajo porcentaje de presencia en la totalidad de la historia. Realmente se podría haber logrado un mayor y mejor resultado, ya que será un largo viaje sin muchas sorpresas.
Como otro factor a destacar, pero que aún puede dar más, son las escenas cinemáticas. Si bien agregan un componente fuerte al relato de la historia, no termina de cerrar el manejo que se ha hecho. Se llevarán a cabo mediante los famosos Quick Time Events, donde deberemos pulsar una serie de botones para realizar diferentes acciones. Se tornan irrelevantes, ya que al no apuntar el juego totalmente hacia la acción, no suman absolutamente nada y podrían haber quedado como simples escenas para sentarse y ver.
Respecto al sonido, el juego mantiene una línea que no sorprende, pero que tampoco falla. Los efectos sonoros están bien logrados, y cada coche tiene su propio ruido de motor; haciendo un festival de rugidos durante las carreras. También, para paliar el largo trayecto, tendremos una banda sonora que se acopla bien y logra acompañarnos sin provocar ninguna molestia. Las voces tampoco quedan atrás, con un buen doblaje que concluye un buen acabado final.

Conclusiones

Need For Speed: The Run no es un mal juego, todo lo contrario. Aún así, no puede destacar en casi ningún apartado. A ésto se le suma su muy baja dificultad; su re-jugabilidad nula (en el modo historia); y muchos pequeños errores, que van desde la forma en cambiar de vehículo hasta su flojo intento de contarnos una historia. Y es que no tendremos un buen relato, ya que si bien la premisa era sacarnos de lo que se considera "correr por correr", el juego terminará siendo tal por no tener una buena narrativa.
Igualmente no todo es negro para este nuevo título de EA, debido a que su modo online -tanto Autolog como el multijugador-, es de lo más robusto que se puede encontrar entre los juegos de carreras. También cuenta con un buen sonido en general. Así es como el juego se ubica en la mitad de la tabla, aunque cuenta con algunos toques de distinción que pueden ser útiles en un futuro.


Lo mejor
- Su modo online es de lo mejor.
- Ciertas persecusiones son realmente divertidas.
- El sonido destaca en líneas generales.

Lo peor
- Las trampas en la IA de los contrincantes.
- Visualmente podría haber dado más.
- En el modo historia, su re-jugabilidad es nula.
- Quedó todo en un híbrido que intentó ir por un lugar y jamás llegó.
- Físicas y mecánicas mejorables.