Análisis de NeverDead - Xbox 360

Con una gran introducción, se nos mostrará un poco el pasado de Bryce Boltzmann, el protagonista de la historia. Hace 500 años, el -junto a su esposa- se enfrentó al rey de los demonios en una feroz batalla contra sus fuerzas, pero no solo perdió, por alguna razón el rey lo condenó a la inmortalidad. Es por eso que en el presente el sigue de pie y con pocas ganas de vivir. Veremos transformado al personaje de un valiente héroe a un ebrio irrespetuoso. Aún así le será útil a una compañía llamada NADA, quienes solicitan su ayuda para deshacerse de los demonios que siguen apareciendo por la ciudad. Además irá acompañado de Arcadia, una joven y bella agente, experta en armas. Así el dúo vive el día a día enfrentando a estas criaturas, pero la mayor preocupación serán aquellos enemigos de mayor poder que siguen de pie gracias a la inmortalidad, por eso deberán encontrar la forma de vencerlos de una buena vez.
La trama comienza bastante simple y algo bizarra. Se ha utilizado un buen salto entre escenas del presente y del pasado, y gracias a esto conoceremos importantes sucesos. Pero la historia peca de ser muy clásica, y eso la hace muy predecible. Habrá tal vez alguna revelación interesante, sin embargo el juego no provoca ninguna sorpresa en este apartado. Se realizó una buena construcción de los personajes, bastante divertidos y bizarros. Lo mejor será la relación entre Bryce y Arcadia.

El aspecto gráfico en NeverDead se cuidó bastante. Podremos ver muchísimas escenas de buena calidad, llenas de movimiento y acción. Si hay algo que se destaca siempre y da un estilo interesante al juego son los efectos de luz y brillo. Por supuesto que también veremos mucha sangre, tanto del enemigo como de Bryce al ser despedazado. En general el diseño de personajes es bueno, con diferentes vestimentas y muchos colores. Se puede criticar el movimiento del protagonista, algo robótico. Otra cosa muy molesta y que suele pasar en otros títulos es el diseño de los nuevos enemigos que irán apareciendo, los cuales son variaciones de los primeros. Están bien hechos, pero se vuelve chocante.
Visitaremos escenarios grandes y variados, pero nada que tenga que ver con lo fantástico, si no más bien sitios urbanos. Un elemento que será primordial en la entrega será la destrucción; podremos destruir gran parte de los escenarios y a veces de manera muy exagerada -de un disparo podremos derribar una columna-.

Lo peor de este apartado es la cámara, la cual se sitúa detrás del personaje y suele girar bien. Pero cuando tengamos que enfrentar a una docena de enemigos, se hará muy difícil apuntar -agregando que la mira es muy mala-.

Seguramente el apartado jugable sea el más interesante, pero no por eso el mejor. Primero contestaremos a la pregunta principal: no, jamás morimos, pero no significa que no podamos perder. Durante el juego se presentaran algunas maneras; una de ellas es a causa de un pequeño enemigo que estará siempre presente, a la espera de que se nos caiga la cabeza para poder comérsela. Si sucede nos indicarán que la partida finalizó porque la cabeza de Bryce estará una eternidad en el estómago de la criatura. También podremos perder si matan a nuestra compañera, entre otros casos.

Bryce contará con diferentes armas de fuego (una en cada mano) y una gran espada; podremos elegir que utilizar en tiempo real. Pero algo criticable es el cambio de las armas de fuego, ya que al tener una en cada mano tendremos que ir buscando el arma que queramos primero para una mano, y luego para la otra -esto nos interrumpirá la acción-. El control es totalmente diferente a lo que se esperaría: para disparar usaremos los gatillos, apuntando con el stick. La espada es más curiosa, ya que nos cubriremos con el gatillo derecho y para atacar deberemos mantener presionado el gatillo izquierdo mientras movemos el stick derecho de un lado hacia el otro. El control de esta última es algo acertado, pero el problema es la inexistencia de nuevos ataques. Durante todo el juego usaremos mucho la espada y solo podremos mover el stick desenfrenadamente. Tampoco existen los combos, algo raro en un juego de este tipo. Además posee un sistema de apuntado bastante molesto; si bien nos ayuda a ir de frente al enemigo más cercano, una de las formas de matarlos mas divertida es haciendo que caigan sobre ellos estructuras y demás opciones, pero para destruir el escenario se requiere de apuntar al objeto deseado...y claro, cuando intentemos hacer eso rodeado de enemigos, el juego apuntará automáticamente a las criaturas y no a lo que en verdad queríamos; bastante frustrante.

¿Que pasa cuando nos cortan en pedazos? Simple: seguiremos teniendo control de Bryce, pero utilizando solo su cabeza. Tendremos dos opciones: esperar a que una barra cargue lentamente para regenerarnos o ir a buscar nuestro cuerpo. Al principio nos causará gracia, pero realmente por más que la idea sea buena, cuando aparezcan enemigos que nos despedacen de un golpe, ir a buscar nuestro cuerpo una y otra vez termina por ser lo más frustrante del juego. También existe la posibilidad de que nos arranquen un brazo o una pierna. En este caso para recolectar las partes caídas deberemos rodar sobre ellas -rodar también será útil para esquivar ataques enemigos y lo usaremos mucho mas que el salto, que es bastante feo-.
Además podremos arrancarnos las extremidades a voluntad, esto servirá para la resolución de puzles, los cuales son muy simples y escasos. Si esperaban sacarse un brazo y golpear al enemigo, eso no es posible; sin embargo hay una habilidad que convierte nuestros brazos en explosivos para así lanzarlos como granadas.

Hablando de las habilidades, el juego dispone de un sistema de experiencia que nos permite comprar una larga lista de ellas. Algo no muy acertado es el límite que tendremos para equiparlas. Poseeremos una cantidad de ranuras y cada habilidad ocupará un número diferente. Cuando compremos las mejores habilidades podremos equiparnos unas pocas, y habiendo tantas será una verdadera lastima.

El tema principal atrajo a muchos jugadores metaleros, ya que fue compuesto por la conocida banda Megadeth. Durante el juego la acción se verá acompañada de mucho Heavy Metal. El estilo queda bien con el juego y el personaje. Además le da una interesante ambientación a las peleas. Por supuesto nunca pueden faltar los momentos de calma.
El elenco de voces es bastante divertido, lograron darles bastante carisma a los personajes, lo cual se notará a lo largo de las escenas. Los efectos son correctos, no hay mucho que destacar, aunque hay que mencionar lo molesto que resulta el sonido provocado por la criatura que nos devora la cabeza; cada vez que nos la arranquen oiremos un sonido muy bizarro indicando que el bicho ya está al acecho.

NeverDead trae una propuesta original pero mal utilizada. Juntar las partes del cuerpo se torna cada vez más aburrido y desesperante. La cámara no ayuda del todo y aunque no posee un buen sistema de pelea, el control de la espada es algo interesante. A los jugadores que gusten del género no les aburrirá, si bien peca de ser repetitivo, encontraremos algunas situaciones entretenidas; ganarlo lleva alrededor de 7 horas. El puntaje es salvado por otros apartados, pero este juego tiene mucho que mejorar.

- El diseño de personajes y jefes.
- Muchas escenas de calidad.
- El género musical ambienta bien la acción.
- Es una idea original...

- ...pero mal utilizada.
- A veces juntar las partes del cuerpo es frustrante.
- Es muy repetitivo.
- Jugabilidad y sistema de habilidades mejorable.
- Historia muy clásica y predecible.