14 de Octubre del 2016

Análisis de Slain: Back From Hell - PC

La página del dev (wolfbrewgames) lo define como un “gothic puzle-combat plataformer with gore galore”, o algo así como un juego de combate-plataformas gótico con sangre en abundancia. Y es exactamente lo que es. Un viaje al pasado con referencias un tanto obvias y otras no tantas. ¿Les quedó bien? ¡Vamos a verlo!

¿Castlequién?

Ok, abrís el juego y decís “estoy jugando Castlevania”, pero luego aparecen enemigos... y decís “estoy jugando Castlevania”. Si, es MUY similar, pero no es algo malo para nada. Desarrollaron un paralelismo súper orgánico, y vas a estar jugando un juego de mecánicas similares sin que se sienta como algo malo. Todo lo contrario.

Obviamente, faltan cosas, como los ítems o la música vampiresca. En vez de eso tenemos black metal, dioses del metal, magia y situaciones donde el nivel de dificultad nos recuerda a cierto otro juego donde la frase era “Get Good”. Y todo mezclado y servido con un buen acompañamiento de mini-puzles que te hacen sentir el dios de la inteligencia. Esto hace de Slain, en general, una linda entrega. ¿Qué pasa si lo miramos desde más cerca?

Pero... ¿por qué?

Right, es el infierno. O el mundo de los muertos. O lo que sea. Su carencia de historia inicial y su tendencia a ignorar cualquier tipo de situación que no sea matar bichitos lo hace un juego completamente cuestionable. Cada vez más estamos en una era de juegos donde el usuario se envuelve en el juego. Se cree la historia. Acá no hay nada que creer, sólo matar bichos y seguir para adelante.

Entre gracioso y completamente cebante

La temática del juego es tal cual la presentada. Es gótico. Tiene gore. Los dioses son los del metal. TODO en el escenario te mata. A algunos de ustedes les va a encantar por ese feeling ochentoso y “simple o cheesy”, mientras que otros me estarán odiando por decir que es “simple o cheesy”. Odien el juego, no al jugador. A mí me dibuja una sonrisa que los dioses del metal me recompensen con maná tras asestar un golpe crítico, ¿qué quieren que les diga?

La dificultad es elevada. Pero no de manera frustrante... te encontrás tratando una, y otra, y otra vez más en superar el mismo obstáculo, sin cansarte ni una vez. No culpen a la noche, no culpen a la playa, no culpen a la lluvia. ¡Será que el juego está bueno!

¿Imagen y sonido? ¡Metal y más metal!

TODO el juego grita metal. Obviamente me refiero la música, que va de la mano en calidad con su entorno gráfico retro. Los enemigos parecen sacados de la tapa de algún disco de los ’80, lo cual suma MUCHÍSIMO a la atmósfera retro general.

Conclusiones

A mí me gusta. Mucho. Un plataformer retro que me cebó, no por su historia, ni por sus mecánicas novedosas. Sólo porque cuando lo juego puedo tener 16 años de nuevo, escuchar metal y matar a decenas de bichitos. Casi hasta parece de Sega Genesis.

Lo mejor

· Excelente ambientación retro metalera.

· Dificultad MUY interesante y poco frustrante.

· Gran diseño de nivel y comportamiento de enemigos.

Lo peor

· Para un público súper específico.

· No vas a tener ganas de jugarlo siempre.

· Puede pasarse de simple por momentos, tanto en sistema como en historia.

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