27 de Enero del 2015

Análisis de Civilization Beyond Earth - PC

El Civilization 5, de la mano de Firaxis, se pasó. Nos dejó alucinados a todos los fanáticos de la estrategia por turnos. Era de esperarse que cuando salieran los primeros rumores de Beyond Earth, todos estuviéramos a la expectativa. Hace un tiempo relativamente largo que salió el juego y he tenido la chance de terminarlo un par de veces con diferentes civilizaciones… y no estoy seguro de que, para mí, haya cumplido lo esperado.

El juego propiamente dicho empieza cuando tu nave-colonia aterriza en el planeta. Inicialmente cuesta ubicarse en el mapa y diferenciar los tipos de terreno (sobre todo si venís jugando seguido al Civ V) pero de a poco te vas habituando. Sin embargo, podremos encontrar en el mapa recursos que no podemos explotar hasta tener la tecnología apropiada (lo cual es una ventaja para el jugador experto y una desventaja para el novato) y los “bárbaros”, representados en el juego por extraterrestres, van a superar siempre, masivamente, a nuestras tropas.

Lo nuevo

Teniendo en cuenta que solo hay ocho civilizaciones para elegir, cuando el jugador hace el set-up del juego también elige diferentes power-ups. Un bonus a la producción de diferentes recursos, una unidad extra o mejoras para unidades futuras, y un extra especial que puede ser desde tener más terreno inicial para elegir donde colocar la primer colonia, hasta empezar con las costas del mapa a la vista.

En esta entrega de la saga, también podemos encontrar misiones secundarias que nos otorgan bonus a la producción o una cantidad específica de recursos, lo cual hace al juego algo más movido si ves que te estás quedando estancado o no sabés qué hacer.

Las mejoras de las unidades esta vez están ligadas con la forma de relacionarse del jugador con los extraterrestres. Algunas tecnologías nos otorgan puntos de “Facción” para alguna de las tres opciones del juego. A medida que vamos adquiriendo estos puntos de facción, obtenemos mejoras para nuestras unidades, ventajas y un lindo cambio de imagen para todos los spirits de nuestras unidades y ciudades.

Quizás lo más novedoso del juego sea su “mapa secundario”. Me refiero a la órbita del planeta y la posibilidad de desplegar satélites, que afectan a las unidades que estén en el mapa principal, según su ubicación. Sin embargo, los satélites más importantes pertenecen a mediados/finales de juego donde uno probablemente esté enfocado a alcanzar un tipo específico de victoria.

Lo familiar

Por otro lado, otras cosas parece que cambiaron, pero de la boca para afuera. La Felicidad Global, que medía lo contentos que eran los ciudadanos del imperio ahora se llama Salud, y afecta en gran medida, no sólo el crecimiento de los enclaves del jugador, sino también la producción, la cultura y la tecnología que producen las ciudades.

La cultura ganada también se puede invertir en políticas (ahora se llaman Virtudes) pero ahora tenemos cuatro grandes árboles, en vez de ocho pequeños. Cada árbol tiene tres niveles, y cada nivel objetivos alcanzables para obtener bonus (por ejemplo, si se desbloquean todas las políticas del árbol militar, las unidades ganan una ventaja al atacar). Ésto lleva a un desarrollo más específico, con menos opciones o “cambios de estilo” a lo largo del juego.

La tecnología a grandes rasgos se maneja igual que siempre, como un árbol que va desbloqueando las tecnologías futuras. Sin embargo, ahora cada tecnología tiene dos sub-tecnologías, que desbloquean ventajas adicionales, unidades o recursos extra. Muchas mejoran tu relación con alguna de las tres facciones del juego con respecto a los extraterrestres.

Las relaciones con los otros jugadores no cambiaron mucho. Las opciones de diálogo y comercio siguen siendo las mismas que en el Civ V y vale decir que, reduciendo la cantidad de civilizaciones a ocho, más allá de la posibilidad de customizar la forma de inicio, la variedad de juego se resiente. Lo nuevo en cuanto al comercio entre facciones son las Rutas Comerciales. Cada una de ellas se establece entre dos ciudades y les otorga ventajas de producción. Cada ciudad tiene una cantidad finita de rutas y, obviamente, al entrar en guerra con una civilización el comercio se corta.

Es una pena que dentro de este aspecto tenga que hablar del entorno gráfico. Si, es diferente en cuanto a que las praderas ahora son verdes o azules, y los árboles son re raros… pero básicamente esa es toda la novedad gráfica que vamos a encontrar en comparación con otros juegos de estrategia de estos últimos años. No hay grandes cinemáticas (pasada la inicial) ni nada revolucionario con el entorno gráfico.

Conclusiones

En definitiva, Civilization: Beyond Earth es un buen juego de estrategia, pero para nada es un sucesor digno del Civ V. Personalmente elijo verlo como en su momento vi al Alpha Centauri: un juego aparte de la saga. Usa las mismas mecánicas y el mismo motor que el Civ V, pero no es de la familia cercana. Lo sigo jugando, me divierto, pero definitivamente se podía esperar más de los muchachos de Firaxis (sobre todo, habría sido genial no ponerle Firaxita como nombre a un recurso del juego… chicos, ¡eso es bajo!).

Lo mejor

- Customizar tu civilización.

- El nuevo mapa de satélites.

Lo peor

- Demasiados cambios de apariencia y no de sistema de juego.

- Poco amigable para novatos.

- Poca variedad de unidades.

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