13 de Enero del 2024
Análisis de Super Crazy Rhythm Castle - PS5
It's so crazy! I Love it!
Ritmo y sustancia
Hacía muchos años que no jugaba un juego de ritmo, desde la época dorada de Guitar Hero, y la verdad es que no me hacía demasiada ilusión probar uno ahora. Sin embargo, la sorpresa que me llevé fue mayúscula con un título que da en todas las teclas del género y un poco más.
Super Crazy Rythm Castle (SCRC) es un juego cooperativo y musical en el que encarnamos a un adorable personaje (los diseños son preciosos y podés ir desbloqueando más) en busca de retar al señor del castillo y Rey del Ritmo a un duelo musical. Pero esta aventura no será sencilla, y es muy interesante como la búsqueda por ganarle al tramposo rey vira entre lo inocente y lo oscuro una y otra vez, mientras competimos en varios juegos de ritmo.
Y ya que hablamos de Guitar Hero, aquellos familiarizados con dichos juegos y sus clones/sucesores, se sentirán bastante en casa al comienzo del juego, ya que el sistema es muy similar: una corredera va bajando las notas y nosotros debemos presionar los botones en el momento correcto y con las combinaciones adecuadas. Lo divertido y original de SCRC es que al principio parece todo muy fácil y directo, pero cada habitación en la que entremos a tocar una canción tiene también un minijuego que hay que superar al mismo tiempo.
Y es aquí donde vemos que la dificultad aumenta, de a poco pero constante, hasta niveles insospechados cuando empezamos a jugar, y que termina presentando un desafío digno de un buen juego de puzles. Por ejemplo, en una habitación tenemos que jugar un videojuego en el que una de las tiras de notas representa el ataque y el otro la curación, por lo que para superarlo es necesario saltar de una a otra (y por supuesto, las combinaciones de botones cambian); mientras que, en otra, tenemos que superar el desafío mientras estamos en una plataforma giratoria que nos cambia todo el tiempo la dirección, con lo que se dificulta introducir la nota correcta. Y esto es recién en los primeros niveles de juego.
Es muy obvio que SCRC está diseñado para dos jugadores, y si bien jugarlo en solitario es posible, realmente se vuelve difícil conseguir las tres estrellas en cada canción si no se tiene un compañero/a habilidoso al lado. Pero tanto individual como cooperativo, el desafío es muy divertido.
Un gran setlist
Un juego de ritmo no sería nada sin una buena selección de música, ya que esto puede romper el juego por completo por más pulidas que estén las mecánicas. Por suerte, estamos ante uno de los mejores trabajos que he escuchado en este apartado. En un principio, pensé que se trataba de composiciones originales para el juego, ya que no había escuchado ninguna de las canciones que me presentaban, y me sorprendí de lo mucho que las disfrutaba y que bien pegaban con cada minijuego.
Luego, a medida que avanzaba, me di cuenta de que algunas sí son originales y otras son de bandas indies (lo que cual agrega un plus, ya que te hace conocer nuevos artistas); pero al tratarse además de un juego de Konami, me llevé una linda sorpresa cuando aparecieron temas de videojuegos conocidos entre la lista (no voy a spoilear, valen la pena). Además, presenta una gran variedad de géneros y estilos, por lo que nunca te sentís estancado.
Conclusiones
SCRC es una gran experiencia tanto solo como acompañado, pero sólo en cooperativo brilla como debe. Es un juego divertido y desafiante, con una curva de dificultad más que aceptable y, lo que es mucho muy importante, una elección impecable de temas y piezas musicales.
Lo mejor
· El desafío.
· La jugabilidad.
· La música.
Lo peor
· Jugando en solitario, es difícil sacar los puntajes más altos.
· A veces cuesta entender el objetivo del minijuego.
Todavía nadie ha comentado ésta publicación. Sé el primero!
Deja tu comentario