Análisis de 2014 FIFA World Cup Brazil - PS3

Se respira en el aire. Ya está ahi nomás. El mundial 2014 llega a todos nosotros.

Cuatro años más han pasado. El tiempo vuela más rápido que un zurdazo de messi al ángulo. Todavía fresco el 0-4 con el que nos rompieron las ilusiones en 2010, el tiempo de redención nos está esperando en Brasil. EA no es indiferente a este cúmulo de pasiones y por eso nos trae este 2014 FIFA World Cup Brazil (de ahora en más, "el juego del mundial"). 

Es curioso hacer un retrospectiva; irnos al pasado para darnos cuenta que esta franquicia nació precisamente como un juego del mundial, cuando este grupo canadiense desembarcó en las tiendas con su FIFA International Soccer, impulsado por el nefasto mundial de Estados Unidos 94'. Un mundial en el cual a Diego le cortaron las piernas; la selección se volvió en octavos, se definió la primer final por penales y, más trágicamente, un defensor colombiano (Escobar) fue asesinado luego de la cita mundialista por hacer un gol en su propia valla en un partido contra el local, Estados Unidos. Ese primer FIFA, que no tenía licencias, incluía apenas un grupo de conjuntos nacionales y una endiablada jugabilidad, todo visto desde una curiosa vista isométrica. Pero fue aquel juego, nacido por la necesidad de explotar un evento mayor, el cual dió vida a lo que hoy conocemos como "El FIFA", aquel que cada año compite con "El Winning" por campeonato de mejor juego de fútbol. 

En esta ocasión EA nos trae un juego completo en opciones que seguramente no defraudará a ningún fanático del fútbol pero que, en comparación con el juego lanzado hace apenas unos 8 meses, no incluye matices netamente diferenciables.  

Primero tenemos que afrontar este juego sabiendo que no hay clubes. Ni uno sólo. Es un juego pura y exclusivamente dedicado al mundial, por lo cual no esperen encontrar al glorioso Racing Club de Avellaneda. No lo van a encontrar. También todos los escenarios son réplicas exactas de los estadios mundialistas y son las únicas opciones (no hay un Wembley o un Monumental).

Si podemos enfocarnos y desbaratar la idea de que este NO ES UN FIFA al ruedo, podemos encontrarle la vuelta. Si no, caeremos en la miseria de recordar al juego anterior con una lágrima recorriendo nuestra mejilla.

El juego del mundial ofrece varias opciones jugables. Podemos disputar un partido directo, al más puro estilo "cortito y al pie" o "tengo que hacer tiempo" (o si jugamos con amigos, es la mejor opción). 

Tenemos la opción para jugar el mundial hecho y derecho, con las 32 selecciones ya clasificadas y los grupos tal cual están ya programados. Pero seguramente "Camino al mundial" sea la opción más interesante en este aspecto, ya que nos permite elegir a cualquiera de las 203 naciones (sólo un par no llegaron a licenciarse) y llevarlas a la gloria desde la etapa de clasificación hasta el mundial mismo. Esto quiere decir que podemos tomar a Barbados, por ejemplo, y recorrer todo el camino hasta levantar la copa en el Maracaná.

También contamos con la opción de manejar a un sólo jugador para ganarnos un lugar en los 23 elegidos y liderar a nuestro país al mundial en "Capitanea a tu país", una opción al más puro estilo "Leyenda".

También tenemos los modos curiosos del juego. "Historia de las clasificaciones" nos pone en el momento crítico de afrontar una situación apasionante. Por ejemplo; podemos elegir a Bolivia y repetir el 6-1 contra Argentina (empezando 1-1) o llevar a Colombia a empatar en casa aquel 3-3 contra Chile (remontada épica, perdiendo 0-3). 

"Historia de las finales" es un modo que será descubierto una vez empiece el mundial y nos propondrá diversos desafíos 1 hora después de que termine cada encuentro que se dispute en Brasil.

En "Juego de habilidades", finalizando las opciones off-line, nos permite completar los desafíos que aparecen cuando el juego está cargando y se componen de varios minijuegos como tiros libres, pases cortos, centros, etc. Estos mini juegos van subiendo la dificultad a medida que pasamos de nivel.

En cuanto al online tenemos "Rumbo a Rio de Janeiro", algo parecido al "Ultimate Team" y que nos propone jugar en los 12 distritos involucrados en el mundial, contra jugadores de todo el mundo, subiendo de categoría con cada victoria que consigamos. También tenemos la opción de juego amistoso o directamente la de jugar el mundial.

Sobre la jugabilidad cabe aclarar que nos encontramos ante un FIFA más arcade; menos simulador que antes. Tal vez por aquella premisa de llegar a todo jugador, EA ha hecho de este un juego más accesible a todos. 

Una de las novedades, si jugamos un mundial o la clasificación, es la opción de entrenar y subir el nivel de los jugadores. Podemos entrenar pases o tiros al arco, por ejemplo. Tal y cual sucede en los mini juegos, la meta es sumar la mayor cantidad de puntos, pero en este caso competimos contra otros 3 jugadores de nuestro equipo (manejados por la CPU). De esta manera podemos evolucionar a los jugadores al tiempo que participan de un torneo.

Los partidos se desarrollan de forma espectacular y especialmente jugando con amigos, podemos presenciar una catarata de goles. Algo, tal vez no tan bueno, es la facilidad con la cual la defensa es vulnerada por el pase en profundidad. Especialmente el pase por aire. El mismo es capaz de generar pesadillas en los jugadores que no tengan una defensa bien plantada. Partidos con equipos bien ofensivos terminarán con resultados abultados. Sentimos, en nuestro contacto con el juego, que restaba pulir un tanto este aspecto para dar un toque más de realismo al juego pero, nuevamente, tal vez la intención no haya sido esa. Al menos en este caso, los centros no terminan casi un 90% de las veces en gol, como sucedía con FIFA 14. En este caso los delanteros lo tienen más difícil para conectar una pelota que baja de los sectores laterales. 

Los penales y tiros libres, se han subido al carro de la mejoría que presenta el juego con respecto a la anterior edición. Especialmente en los primeros podemos hasta hacer señas al rival (tanto pateando como atajando) como para desorientarlo (aunque en la práctica sea más un detalle que una implementación jugable). 

Si bien la IA está vigente, se encuentran casos opuestos. Por un lado, los arqueros salen bien a tapar en un 1 a 1 y a buscar el balón en los centros. Pero por otro, y esto nos pasó jugando contra Irán, la IA puede ser tan impredecible como atolondrada; en un saque de arco el arquero Iraní nos pasó la pelota a ras del piso y el tanteador marcó a favor nuestro sin siquiera sudar un pulgar. 

Los defensores nos siguen todo el tiempo y nos tapan los tiros de afuera. Otro caso de opuestos iguales; tirar desde afuera es complicado por la insistencia con la cual nos persiguen los jugadores. Ahora, no importa casi con quien lo hagamos, si tenemos el espacio y apuntamos es casi seguro que la pelota encontrará la red (Marcos Rojo haciendo un gol de 30 metros en Brasilia es algo que nos maravillaría, realmente).

Técnicamente no hay discusión, EA ha realizado un trabajo formidable. Desde la reproducción casi milimétrica de cada estadio de Brasil, pasando por la recreación de los jugadores y técnicos (quienes extrañamente nos alientan cuando cantamos el himno) hasta la velocidad que adquieren los encuentros y sus situaciones, todo es elogios para sus diseñadores. El color de mundial que tiene el juego es imbatible, con escenas imponentes (como la entrada al estadio y posterior canto de himno) y hasta algunas curiosas como la recreación de la gente que está viendo el partido desde su lugar de origen en pantalla gigante (aunque un tanto cliché ver la casa rosada o la torre Eiffel, se entiende que otra cosa no iban a poner). 

Lógicamente hay algunos fallos que son perdonables. Por ejemplo, cuando cantan los himnos vemos algo que ya habíamos visto, incluso en juegos anteriores. Los jugadores son todos igual de altos (pueden ver a Messi que mide 1,69 a la misma altura que Romero, quien talla 1,92). Viendo las repeticiones podemos ver como en ocasiones los jugadores se retuercen más de lo creíble para realizar una acción. También los festejos empiezan a hacerse repetitivos, extraídos de ya varios FIFAs anteriores. Y en el estadio podemos apreciar modelados poligonales conviviendo con sprites de una calidad más que cuestionable. Pero sabiendo que se trata de consolas de anterior generación, más que esto no se les podía pedir, con lo cual estos fallos son más que perdonables.

En el plano sonoro estamos un paso más arriba. La presentación de los partidos es tal cual se ven en TV, con los comentaristas arrancando apenas vemos el estadio. Todos los himnos han sido incluidos y hasta escuchamos cantos típicos de nuestro suelo ("...se mueve para acá, se mueve para allá..."). Los comentarios de Fernando Palomo están bastante logrados y Mario Kempes aporta lo suyo (¿qué tal si le damos una oportunidad a Diego Latorre?). La experiencia de este último nos cuenta algunas cosas de la historia de los mundiales, más precisamente cuando jugamos con Argentina. Aunque, todo hay que decirlo, no concuerdan con lo sucedido (al llegar a octavos de final, ganando el grupo cómodamente con 18 goles a favor y 1 en contra y tan sólo 2 tarjetas amarillas, Kempes manda algo así; "Fase de grupo difícil con algunas complicaciones, pero llegamos...").

El juego cuenta con una banda sonora un tanto desapercibida que mezcla un pop-rock al mejor estilo Keane con temas típicos de Brasil, con batucadas y ese sonido de carnaval ineludible.

Conclusiones

El juego del mundial es una obra maravillosa para todo amante del fútbol. Cuenta con opciones de sobra y una buena cantidad de selecciones con sus jugadores clave, la recreación del mundial con la más alta de la fidelidades y una jugabilidad para todo el mundo. Lamentablemente, esto no es una expansión o un DLC. Se trata de un juego físico a precio de novedad ($750) que no incluye nada nuevo respecto a su antecesor, por lo cual la adquisición del mismo queda exclusivamente reservado a aquellos fanáticos desenfrenados de la franquicia, el mundial o el fútbol en general que quieran vivir el evento deportivo más importante del mundo casi como si estuvieran ahí. El resto puede seguir jugando con el FIFA 14 y disfrutar de un juego mucho más amplio. 

Lo mejor

- La ambientación mundialista es soberbia.

- La jugabilidad a disposición de todos.

- Espectáculo garantizado.

- Opciones jugables de sobra.

Lo peor

- Apenas presenta novedades importantes con respecto al juego anterior.

- El precio debería ser reducido o el juego en formato DLC.