Análisis de Resident Evil: Revelations - Xbox 360

En una amena charla futbolera con compañeros de trabajo, hablábamos del mal momento que pasa Boca Jrs. y de si fue sensato por parte de Carlos Bianchi volver a dirigir al equipo xeneixe. La sensaciòn general era que no; no fue la mejor idea, luego de una fructuosa carrera a fines de los 90' y principios del 00', con la palabra gloria tapizada en su nombre, pareciera que "el Virrey" estuviese manchando su nombre.  

Bien, ese mismo sentimiento despierta este Resident Evil Revelations, el cuarto lanzamiento en poco más de un año de la saga de terror más conocida de la historia que fue un suceso a principios de 2012 en la Nintendo 3DS y que ahora, renovado por la escalda de la alta definición, hace acto de presencia en las consolas de sobremesa con un resultado un tanto desinflado. 

La historia nos lleva al océano mediterráneo, a la ficticia ciudad de Terragrigia (en italiano "tierra gris"); una metrópolis levantada a base de energía solar con esperanza de futuro próspero para sus habitantes. Lamentablemente un grupo terrorista denominado Veltro, desata un ataque biológico, destruyendo a la ciudad. Jill Valentine y Chris Redfield, pioneros de la serie, reaparecen como miembros de la BSAA, un grupo antiterrorista introducido por primera vez en RE 5, en busca de Veltro, cuya última posición conocida es el Crucero SS Queen Zenobia. Es en este barco donde transcurrirá gran parte de la aventura que tiene nuevos protagonistas como Parker Luciani (a dúo con Jill) y Jessica Sherawat (con Chris). Lo más novedoso en la narrativa es la forma en que se nos cuenta. Dividido en episodios de entre 5 y 20 minutos, Revelations nos hace un resumen casi televisivo de cada uno de ellos, antes de seguir adelante. Esta novedad se torna, con el tiempo, en algo intrascendente que rápidamente evitaremos de la mitad de la aventura en adelante, ya que, afortunadamente, podemos saltear el resumen. Sin embargo hay que mencionar que el argumento se queda a medias y nos muestra una mezcla de personajes sin carisma que no logran engancharnos en su realidad. Ni los veteranos, ni los nuevos, ni los "graciosos", ni la apocalíptica historia; mención especial para los terroristas de Veltro, idénticos a los inexpresivos protagonistas de "Operation Raccoon City", aquella abominable creación de Slant Six Games que vio la luz el año pasado. 

Tal vez en la portátil la idea de un juego pausado, dividido en episodios cortos, sea ideal. Pero cuando trasladamos esa experiencia al sillón de nuestro living, la misma se torna soporífera. Éste tal vez sea uno de los aspectos más importantes a resolver a la hora de pasar de una consola a otra. Si bien el juego tiene una duración aceptable, la pesadez de su desarrollo lo hace casi eterno. 

De ese desarrollo se había hablado que era una vuelta a los orígenes de la serie (como se dijo y especuló en otras entregas). Y esa es la primera sensación que tenemos cuando tomamos el control de nuestro personaje dentro del Queen Zenobia, un crucero lujoso que nos recordará en los primeros momentos a aquella mansión donde por vez primera conocimos el terror en 1996. Además, descubriremos puertas con sus llaves específicas (con logos como en los viejos tiempos) que encontraremos durante el recorrido y nos obligará a volver sobre nuestros pasos.

Desafortunadamente cuando enfrentamos a los primeros enemigos volvemos a la realidad y nos damos cuenta de que esta entrega no difiere mucho que digamos de las anteriores. La misma perspectiva nos muestra una aventura con menos enemigos, pero la misma naturaleza de acción. Los "puzles" que profesaban a su lanzamiento original en 2012, se reducen a una misma mecánica para abrir puertas cambiadas una y otra vez. De hecho en este apartado encontré uno de los mayores pecados capitales del juego; la PEREZA. Ya avanzada la aventura estos enigmas de lógica, son sustituidos por un mecanismo automático por reconocimiento de huella dactilar, que no exigirá de nuestra parte ningún tipo de razonamiento más que el de "me acerco y apreto el botón". 

La variedad de enemigos es más bien pobre y veremos a los mismos BOWS (armas biológicas) cambiando según la locación o situación. Pero son éstos quienes entregan a Revelations su cuota máxima de tensión; algunos lograrán ponernos los pelos de punta en más de una ocasión. 

Para completar la experiencia no faltará un modo de tinte arcade donde deberemos pasar por todas las locaciones del juego matando enemigos, encadenando combos para sumar puntos y desbloquear armas para usar en el mismo modo. Durante la aventura principal, al término de cada episodio se nos da una puntuación según nuestro rendimiento en tiempo y habilidad que también servirá para desbloquear misiones en este modo de juego. 

Hablar de las capacidades técnicas de Revelations tratando de ser justo, es un tanto complicado. Estamos ante una conversión de una consola portátil cuya resolución de pantalla es de 800*240 pixels (400*240 por cada ojo). Viéndolo desde esa perspectiva, el resultado es bastante aceptable. Los personajes tienen un modelado admirable y se mueven con fluidez. No puedo decir lo mismo de los escenarios, un tanto vacíos y faltos de detalle. En realidad la sensación es dividida; mientras los lujosos camarotes gozan de un buen acabado, las texturas en las otras instalaciones (especialmente en la nieve) son patéticas. Pero nuevamente, se trata de una remasterización de un juego portátil y tratando de ser justo, el resultado es más positivo que negativo.

El paso a la alta definición ha promovido a las desarrolladoras la adaptación de varias joyas de los últimos años a la máxima calidad posible en nuestras costosas pantallas widescreen. Algunas lo han logrado con mejores resultados que otras, pero en la mayoría de los casos se trataba  de adaptaciones de consolas de sobremesa de anterior generación. En este caso particular, el paso de la experiencia jugable en una consola portátil, no ha quedado tan redonda en las consolas mayores. Revelations no nos deja la sensación de ser una vuelta a las raíces de la serie, si no más bien una versión compactada de juegos anteriores, algo más enfocada al suspenso, pero con la misma acción que estamos viendo últimamente y que, lamentablemente, no nos maravilla como las primeras entregas.

- Ver a Jill y Chris otra vez juntos.

- Floja historia.

- Desarrollo lento.

- Personajes y escenarios vacíos.