07 de Diciembre del 2022

Análisis de Togges - PC

Robando un poquito de todos lados, este juego protagonizado por una... ¿Roomba?, logra rendir homenajes a plataformeros clásicos, sin perder su identidad.

Primero quiero encarar al elefante en la habitación. Togges se toma muchas licencias para copiar a otras franquicias clásicas, y eso se puede ver casi al instante. Manejamos a Toomba, que es un personaje demasiado parecido, tanto en diseño como gameplay, a Beep-O (el robot que controlamos en Mario+Rabbids). Encomendados por King Togges, un personaje autoconciente de que vemos este mundo como un videojuego, se nos indica que el universo está en peligro, y que tenemos que ayudarlo en la noble tarea de dominarlo. Familiar, ¿no? La presentación en general podría compararse fácilmente con Super Mario Galaxy, y algunas ideas de niveles que podrían ser confundidas con Sonic Lost World.

Con Togges vamos a recorrer los niveles de forma ágil; se mueve rápido y tiene gran distancia de salto. Pero el objetivo de los niveles no es ir de un punto A a un punto B, sino usar a estos simpáticos Togges para cumplir objetivos en estos grandes y abiertos niveles, bien al estilo collectathon, como bien recordamos en juegos como Banjo Kazooie y Super Mario Oddyssey.

Nuestra pequeña aspiradora tiene la capacidad de aspirar y... ¿desaspirar? a estos seres con forma cúbica, que se conectan entre sí. De esta manera, usando a los Togges nos moveremos por el mundo consumiendo semillas y frutas que, comparables a las lunas de Super Mario Oddyssey, son necesarias para progresar a otros niveles. Al comernos estas frutas, se generan estos Star Togges, seres multicolor que quedan fijos permanentemente y sirven de nuevo punto para conectar a otros Togges, facilitando el recorrido de los niveles. También sirven de checkpoint, y para desbloquear otros colores de Togges.

Cada color tiene sus propias características, como el tamaño, la capacidad de apilarlos para llegar a lugares altos, cualidades elementales, etc. Así es como el juego, a medida que progresa, va sumando elementos en la mezcla que nos dan una baraja de posibilidades para resolver los problemas que nos cruzamos en cada rincón de los niveles. ¡El mundo es un puzle!

Todo es muy lindo hasta que terminamos el primer nivel, que es muy agradable y simple de recorrer. Creo que a partir del segundo se excede un poco en la carga visual y la cantidad de cosas para hacer al llegar. Eso hace que la sensación de progreso se vuelva mínima, contrario a un nivel un poco más semilineal como el primero. Esto aplica a todos los niveles posteriores, que son masivos, coloridos, llenos de cosas para interactuar y un sinfín de posibilidades. Lamentablemente se excede en esto, y se transforma en "Un Montón: El Juego". Más de una vez me encontré perdido en los niveles, sólo por seguir el impulso de explorar.

Acá es donde siento que el juego se contradice por diseño. Por un lado, visualmente te invita a que explores y recorras todo, pero por el otro, mecánicamente te lo imposibilita, ya que explorar es totalmente inútil si esparcimos a los Togges en el proceso, lo cual es más lento. Y como la única forma de dejar Togges en el camino es usando un Star Togge como punto de partida, es necesario ir "completando" el nivel de a partes, imposibilitando ir a cualquier lado desde el principio.

Hubiera preferido que los niveles no sean tan masivos, y que tengan una dirección más clara, sin llegar a ser lineales. Aunque una manera más facil aún de resolver este problema es simplemente poner más checkpoints para esparcir a los Togges.

En el apartado audiovisual, me parece que es un juego que merece ser reconocido por el trabajo que tiene encima. Cada nivel presenta una propuesta temática, y va con todo, acompañado de una cantidad ridícula de assets armados a mano, personajes con pequeñas sidequests, sonidos y objetos interactivos por todos lados. La interfaz es minimalista, pero limpia y clara, con colores primarios y sólidos; bien al estilo de Nintendo.

Conclusiones

Togges es juego de puzles que derrocha ideas, talento creativo y amor por los collectathons. Presentando una historia simple, pero efectiva y con mucho humor. Tiene mundos enormes, plagados de contenido y cosas para hacer... pero eso no es necesariamente bueno. A partir del segundo nivel, el juego se empieza a sentir como una tarea, con una sobrecarga visual poco satisfactoria.

Lo mejor

· Los homenajes a otras franquicias.

· El diseño de muchos puzles.

· Los niveles son muy lindos temáticamente.

Lo peor

· Sobrecarga de contenido.

· A veces no es claro en el diseño de niveles.

· El raytracing está terriblemente mal optimizado.

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