Análisis de Far Cry 3: Blood Dragon - PC

Volvieron los '80

Si creciste entre los años '80 y los primeros años de los '90, seguro recordarás con nostalgia y cariño aquella estrafalaria década, repleta de colores y rídiculos diseños, de consumo masivo, de videos de música y películas de acción. Para nosotros es que fue creado Far Cry 3: Blood Dragon, un juego repleto de guiños y referencias a los gloriosos '80. Pero no se asusten, jóvenes y adolescentes que no tuvieron la oportunidad de disfrutar aquella época, ya Ubisoft ha aprovechado para despacharse, también, con la industria actual de los videojuegos y sus vicios, como ser los interminables y aburridos tutoriales, o las omnipresentes y obvias "ayudas" que no hacen más que molestar.

En este extraño DLC ambientado en el futurista año de 2007, encarnamos al ciber-soldado Rex Power Colt (una mezcla entre Terminator, Soldado Universal y Solid Snake/Snake Plisken), quien es enviado junto a su compañero Spider a infiltrarse y obtener datos de la base de un grupo terrorista. Una vez dentro, se encuentran con su viejo superior, el Coronel Sloan, que ha desertado. Rex, junto a la Dra. Darling (igual a la esposa de Ivan Drago), deberán detener al maniático Sloan antes de que sea tarde, en una isla repleta de peligros como ciber-tiburones, panteras metálicas y los Dragones de Sangre que dan título al juego.La historia es básica, los personajes son un cliché ambulante y la actuación es acartonada... y es completamente intencional. Blood Dragon logra crear el efecto de película de acción de los años '80 de una manera increíble  con todos los lugares comunes que se puedan imaginar: desde Karate Kid hasta Robocop. En adición, los chistes se suceden uno tras otro, pero siempre con un tono cuasi serio, que no hace más que acentuar lo ridículo de la situación. Pocos juegos pueden lograr hacer reír de la manera que lo hace Far Cry 3: Blood Dragon. Si tan solo la campaña fuese más larga, el disfrute sería aun mayor.

Ejército de un solo hombre

Hay muy pocos cambios en Blood Dragon con respecto a Far Cry 3. Cabe mencionar que se ha simplificado el sistema de nivelación, y ya no podemos elegir las habilidades que queramos, sino que cada nivel viene con un set predeterminado. Esto responde a lo extremadamente corto de la campaña, en la que no hay demasiado lugar para sistemas de leveleo complejo. Lo mismo sucede con el mapa, el cual se ha achicado a aproximadamente un cuarto del mapa de Far Cry 3.

Por lo demás, nos encontramos con la misma jugabilidad: opciones de sigilo, juego abierto, algunas misiones secundarias, vehículos, cacería (pero esta vez, con animales cibernéticos y/o mutantes).Dejo un punto aparte en el tema armas. Si bien la cantidad también se ha visto limitada, las opciones de mejora que nos presenta el juego (desbloqueables mediante misiones alternativas), las convierten en objetos destructivos francamente absurdos, bien en línea con el espíritu ochentero de las películas de acción y sus héroes que masacraban ejércitos por si solos.

Explosión de luz y sonido

Un juego como Blood Dragon poco significaría sin su excelente dirección de arte. Gráficamente es comparable a Far Cry 3, pero lo importante, no es la calidad gráfica, sino artística.

Apenas empezamos, nos encontramos con escenas animadas realizadas al estilo de los juegos de 8 bits, ocupando poco espacio de pantalla y con animaciones estáticas de poca variedad de color, casi monocromático. Una vez que entramos al juego propiamente dicho, nos encontramos con una explosión de luz, gracias a la omnipresencia del neón, que le da al juego una estética similar a la película Tron. Y si esto no fuese suficiente para lograr el efecto retro, durante el juego, nuestra visión estará dominada por un filtro que asemeja la calidad de video de los viejos VHS. Sin duda, una idea magnífica.Pero esto no es todo, claro que no. La música juega un papel tan importante como el aspecto visual para terminar de darle a Blood Dragon su identidad tan particular. Pistas que asemejan ya no solo a las películas, sino también a los juegos de aquella época, con la música omnipresente, sonando en casi todo momento. Compuestas en un estilo electrónico como puede verse en Terminator o Blade Runner, demuestran un gran trabajo y consideración. Y si sos fan de Rocky, hay una sorpresa muy interesante.

Conclusiones

A pesar de la campaña extremadamente corta, Blood Dragon no deja de ser uno de los juegos mas graciosos y divertidos que se puedan encontrar. Apuntaron a la nostalgia y dieron en el blanco exacto, con un paquete que cierra bien por donde se mire, con apartados visuales y musicales que retrotraen a los mejores productos de los '80, sumado a la excelente jugabilidad de Far Cry 3. Una burla a la industria, a la crítica y un regalo para aquellos que disfrutamos de esta industria desde sus comienzos.

Lo mejor

- La nostalgia.
- El apartado artístico.
- El nivel final.

Lo peor

- La campaña es demasiado corta, te deja con ganas de más.
- Las reducciones.