17 de Marzo del 2013

Análisis de SimCity - PC

Maxis vuelve a su franquicia SimCity luego de 10 años (SimCity Societies fue desarrollado por otra empresa), y trae bajo el brazo una serie de mejoras y cambios que alteran bastante la experiencia de juego. Pero, ¿está vivo todavía el género de los simuladores?

Todo empieza con una carretera

Lo primero que es necesario hacer en toda ciudad es conectar la autopista con tu terreno de ciudad a través de una calle. Luego nos iremos ampliando al sacar calles transversales, denominaremos zonas residenciales y comerciales, industrias, habrá que encargarse del crimen y...

Perdón, me estoy adelantando demasiado. Pero ese primer párrafo es una buena impresión de la experiencia que es jugar SimCity: una nebulosa en que el tiempo se mueve en otra velocidad, los sistemas se interconectan de maravilla y nos sumergiremos en una experiencia atrapante en la que los minutos se nos harán horas y cuando nos queramos dar cuenta nos tendremos que levantar para ir a trabajar o a estudiar o cualquiera sea la obligación que tenga cada uno.

Eso es, cuando los servidores andan.

El problema de los servidores

A esta altura ya parece hacer leña del árbol caído, pero no se puede ignorar: el lanzamiento de SimCity fue paupérrimo. Por días muchos usuarios no podían conectarse y jugar al juego que tanto habían esperado, y hasta probablemente habían hecho la preorden. Y los que podían jugar reportaban muchos problemas en la experiencia de juego.

A esta altura del partido (dos semanas luego de su lanzamiento) la mayoría de estos inconvenientes se han desvanecido: Maxis trabajó mucho y muy duro para solucionarlos y su esfuerzo dio resultado: pero nunca está de mas hacer esta aclaración antes de empezar dado que el juego requiere el ya famoso "always online" (es decir, estar conectado a internet el 100% del tiempo mientras juguemos), así que nunca es exagerado prevenirse por si en el futuro haya mas problemas con los servidores. Improbable pero no imposible.

Simulando Ciudades

Ahora que nos sacamos la necesaria preventiva de encima, ¿Es bueno el juego? Nos complace admitir que si, es muy bueno y, por sobre todas las cosas, es muy adictivo.

SimCity nos presenta una mezcla de conceptos antiguos, nuevos, y de otros simuladores que han salido a través de los años para presentar un paquete ordenado y muy pulido. Entre los cambios que podemos encontrar es que ya no es necesario echar postes de luz, por ejemplo, porque todos los servicios los lleva automáticamente el camino que hayamos marcado con las calles. Eso nos libra un poco de independencia sobre como queremos distribuir la electricidad, pero a la vez hace el proceso mas eficiente.

Y eficiencia parece ser una de las claves de SimCity: lo que antes era representado por tablas y números, ahora lo vemos representado visualmente en el área de juego. Cuando vamos a poner un tanque de agua, el mapa se transforma para mostrarnos donde hay mayor densidad de ese recurso. Cuando vamos a poner una fábrica de electricidad a base de carbón, que tira deshechos a la atmósfera, otra vez el juego nos muestra la dirección del viento para asegurarnos de que la polución no afecte al área residencial o comercial de nuestra zona. Es una adición muy práctica que nos hace tomar decisiones de manera rápida, lo cual ayuda al ritmo de juego.

El comienzo de una ciudad no varía mucho de juegos previos en la saga: delineamos el esqueleto principal con las calles, denominamos zonas como residenciales, comerciales, industriales, brindamos servicios como luz y agua y luego ofrecemos servicios mas avanzados como policía o bomberos. Pero esta vez tenemos dos cambios importantes en la jugabilidad una vez que llegamos a un punto en el que nuestra ciudad alcanza una densidad media: especializaciones y expansión vertical.

Innovando para bien... y a veces para mal

Por un lado están las especializaciones: hay diferentes maneras en las que una ciudad puede diferenciarse de las demás, y ahí entran en juego las mencionadas especializaciones. Podemos intentar ser una ciudad minera, concentrarnos en extraer y vender petróleo o bien tener una industria tecnológica avanzada y construir microchips y computadoras.

A diferencia de juegos anteriores, los impuestos que recaudemos de nuestros habitantes sólo nos servirán hasta cierto punto, después del cual será necesario que nos dediquemos a alguna de estas especializaciones, para empezar a juntar plata de verdad y entrar en las mejoras y expansiones definitivas en nuestra ciudad y transformarla en una metrópolis.

Pero ésto presenta un problema: el título presenta tutoriales exhaustivos (como casi todos los juegos hechos hoy en día) para hacer las tareas mas simples y fácilmente deducibles, pero en los puntos mas complejos del juego a menudo nos encontramos a solas intentando descifrar lo que tenemos que hacer. Eso no sería un problema si no fuera porque en SimCity cada cosa que hagamos implica un gasto de simoleons (la moneda del juego) y un gasto por hora también, y es frustrante perder mucho dinero o hasta tal vez tener que abandonar la ciudad porque nos precipitamos a poner una fábrica de microchips sin antes poner un almacén comercial, por ejemplo.

El segundo cambio, la expansión vertical, es uno necesario dada la filosofía de juego aplicada. Ya no tenemos las grandes expansiones de tierra de SimCities de antaño, aquí reemplazado por un área grande dividido en zonas que pueden ser reclamadas para crear una ciudad. Ésto fue hecho por dos razones: una es para orientar la jugabilidad al multiplayer, y la otra es que de este modo probablemente se redujo la carga de datos en los servidores de EA.

Ésto implica que vamos a llegar a un punto en el que necesitamos mas trabajadores y ya no podremos expandir nuestra ciudad hacia los costados para crear mas zonas residenciales, sino que tendremos que buscar la forma de que se creen edificios con mayor densidad (mas altos) y de ese modo tener mas población. Ésto hace el juego un poco mas difícil pero después de un par de intentos ya serán claros los pasos a seguir para lograr ésto.

Multiplayer estilo SimCity

La reducción de las zonas trae aparejados otros cambios en la jugabilidad: por un lado, ciertos beneficios que obtengamos en nuestra ciudad serán compartidos con las ciudades vecinas de la misma zona. Y segundo, no vamos a poder hacer una ciudad que haga absolutamente todo: tenemos que elegir cautelosamente y planificar de antemano el objetivo que tenemos para nuestra ciudad, o sino terminaremos poniendo casas sobre el terreno donde encontraríamos petróleo, o nos quedaremos sin lugar para poner un estadio de fútbol que atraiga turistas.

Y estas especializaciones fomentan el juego multiplayer: cada zona tiene como objetivo final

realizar una obra en un espacio designado especialmente para trabajos especiales, como crear un cohete para viajes interplanetarios. Dichos trabajos necesitan una amplia variedad de recursos que sólo podremos producir si tenemos una diversidad de ciudades en la zona: si todas las ciudades del área atraen turistas no llegaremos nunca a producir algo en este aspecto.

El problema reside en que, como en todo juego multiplayer cooperativo, dependemos mucho de nuestros vecinos para poder realizar un avance en este aspecto y en un juego que implica que pongamos tantas horas y esfuerzo encima, es complicado encontrar gente en ese nivel. Pero cuando las encontramos, el juego brilla.

Motor Glassbox

No podemos terminar este análisis sin mencionar el aspecto gráfico: Maxis estrena aquí su nuevo Glassbox engine, y la verdad es que es impresionante. No tanto por el detalle de los modelos 3D, o por presentar una animación sin igual, todos éstos elementos son funcionales, sino porque nos permite ver nuestra ciudad de un modo macro o micro.

Si nos alejamos del todo, observamos nuestra ciudad de lejos como cualquier otro SimCity, pero al acercanos al nivel de la calle, descubrimos que lo que sucede ahí abajo no es una decoración para hacer de cuenta de que hay gente o autos, sino que cada elemento es un objeto individual y único.

Podemos ver a cada Sim haciendo su vida por la ciudad y hasta es posible ver que es lo que están haciendo en ese momento, como ir al trabajo o ir de compras, y lo podemos seguir durante su rutina. Lo mismo se cumple para todos los vehículos, incluidos autos de policía, ambulancias y cualquier cosa que veamos en las calles.

Eso significa que cuando hay un incendio lo que sucede no es una simulación de cuantos incendios hay en la ciudad, sino que podemos ver exactamente donde es el incendio y podemos seguir al camión de bomberos desde que sale del departamento de bomberos hasta el lugar del incidente.

Es un nivel de detalle increíble que hace que la simulación fría se sienta mucho mas verdadera, y nos da escalofríos el sólo hecho de pensar adonde puede llevar Maxis esta tecnología en unos años.

Conclusiones

La polémica decisión de no permitir juego offline se sintió algo apresurada luego del horrible

lanzamiento del juego, pero cuando todas las cosas funcionan, es fácil ver que Maxis no tomó esta determinación a la ligera solamente para evitar piratería, sino que tiene un peso en la jugabilidad y permite que sucedan cosas maravillosas como el motor Glassbox. Pero esos terribles primeros días y el peligro latente de que se caigan los servidores y nos dejen sin jugar, le quitan puntos a un juego que de cualquier otro modo es casi perfecto.

Lo mejor

- El esqueleto de la jugabilidad sigue siendo el clásico de SimCity.

- El engine Glassbox permite ver las cosas con plenitud de detalle, haciendo mas real la simulación.

- Es increíblemente adictivo, las horas pasarán volando al jugar.

Lo peor

- La versatilidad del engine Glassbox requiere que el nivel gráfico no sea el mejor.

- El pequeño tamaño de las ciudades puede ser frustrante.

- El hecho de que si se nos cae internet o se caen los servidores de EA no podemos seguir jugando.

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