27 de Marzo del 2022

Análisis de Gran Turismo 7 - PS5

25 años no son nada.

Y por fin, luego de tanta espera, llega este Gran Tursimo 7 (GT7), cumpliendo con los 25 años de una serie que apareció en el mundo de los videojuegos en la veterana PS-One, y conmocionó a la industria con su realismo, jugabilidad y presentación. La obra magna de Kazunori Yamauchi vuelve a deleitarnos con su amor por los autos en esta nueva entrega plagada de regresos, romanticismo y algunas manchas en el parabrisas.

Ya desde el arranque podemos apreciar lo que es o significa este juego; una clara carta de amor al automovilismo de cualquier época con una presentación que nos lleva desde los albores de este fenómeno hasta nuestros días, con imágenes en blanco y negro al principio y una sudestada de colores hacia el cierre con el impagable himno de este clásico, "Moon Over The Castle" (también conocido como "Knight's Song"), escrito por el genial guitarrista japonés Mazahiro Andoh. Admito que me puso un poco la piel de gallina este momento nostálgico, y está bien que así sea ya que de eso se trata esta entrega en gran parte, pura nostalgia y celebración del mito de la velocidad en PlayStation.

Luego de GT Sport, la entrega anterior, el modo Gran Turismo vuelve para devolvernos esa experiencia single player que extrañamos en el ya mencionado juego de 2017. Como siempre tenemos que sacar licencias para poder participar de carreras donde, además de ganar dinero (denominado Cr. en el juego), podemos conseguir autos que nos permitan participar en otros campeonatos. El modo sigue intacto desde la primer entrega, pero no es la única estrella en este firmamento.

Ahora tenemos una cafetería, una zona muy tranquila donde podemos completar desafíos para poder desbloquear nuevos autos, pistas y carreras. En esta cafetería podemos ver más de este romanticismo del que habla el señor Yamauchi, ya que al completar los desafíos los personajes que manejan el lugar nos cuentan un poco de la historia de los autos que hemos desbloqueado. Todo, como dije, con un tono muy tranquilo y sobrecogedor. Sin embargo, con el paso del tiempo este modo se torna un tanto repetitivo y desearemos estar haciendo otra cosa. La intención de educar al jugador sobre la historia de estos bólidos es notable, pero la ejecución necesita una renovación.

Claramente uno de los aspectos principales es la jugabilidad, y es ahí donde GT7 consigue conquistarnos. La optimización del Dual Sense tal vez sea la mejor en un juego de PS5, ya que podemos sentir el asfalto bajo nuestros dedos cuando manejamos estos autos. Los gatillos adaptativos no tienen mucho que envidiar a los pedales de un volante. Por supuesto, siempre va a ser una experiencia casi religiosa poder jugar a este tipo de juegos con este accesorio, pero el joystick de la PS5 ha sabido captar la esencia de este deporte brindando una experiencia muy satisfactoria.

Por el lado de la IA, el comportamiento de los vehículos rivales es correcto, aunque nunca apabullante. La máquina nunca logra sorprendernos con un movimiento brusco o algo que nos descoloque y complique la carrera. Cumple, y tenemos a nuestra disposición varias dificultades, así como también niveles de asistencia en carrera (flechas en el piso que nos indican donde frenar, por ejemplo). Quedará en nosotros elegir lo que más se ajuste a nuestra destreza.

Además, existe el daño interno de los vehículos si se nos da por chocarnos con todo, lo cual hace que el auto se empiece a comportar de una forma extraña y nos complique nuestro desempeño.

El apartado gráfico de GT7 es, a primera instancia, muy sólido. Los coches se ven increíbles, con un grado de detalle casi enfermizo, especialmente viéndolos desde adentro, y un comportamiento casi real. No tan enfermizo es el ambiente. Si bien las pistas son calcadas a las reales en su mayoría, pecan de ser un tanto planas y vacías. Las gradas, con la gente alentando, no se ven al mismo nivel que el resto del juego. Y el detalle de las montañas o demás escenarios exóticos se ven bien, pero no sorprenden. La mayoría de las pistas son las típicas pistas de competición, con el asfalto y las señalizaciones y se asemejan mucho entre sí. Está bien, pero podría estar mejor.

Los autos no tienen todo el daño que se esperaría de algunos choques, tienen cierto deterioro visible, pero sigue siendo casi superficial. Cuando voltean siempre caen de pie y nunca se rompen del todo. Esto merma un tanto la simulación de la que pretende hacer gala el titulo, aunque no lo deja caer en el abismo. Sigue siendo un juego visualmente muy redondo, que hace gala de 430 vehículos de las escuderías más importantes del mundo.

Contamos con la elección de un modo con Ray Tracing, que solo lo apreciaremos en las repeticiones, el modo foto (cuak!) o el modo Rendimiento, que nos permite alcanzar los gloriosos 60 cuadros por segundo. Dada la naturaleza del juego, este último es el más recomendable. Todo esto decorado con unos tiempos de carga inexistentes que permiten un desempeño muy fluído en una PS5 que apenas se ve haciendo esfuerzo.

El sonido esta bastante bien, como siempre, aunque ahora en la música se incluyeron algunas pistas de corte clásico que no creo que queden del todo bien con la serie. Éstas se pueden apreciar en el modo Music Rally donde la idea es relajarnos y manejar el auto en una pista donde la música irá al ritmo de los segundos que nos queden por completar el trayecto. Gran Turismo 7 features the most customisation options in series history | Traxion

Gran Turismo 7 features the most customisation options in series history | Traxion

Ahora bien, entre los problemas de este GT7 encontramos el hecho de tener que estar conectados todo el tiempo a internet para poder jugar prácticamente al 95% del juego. Y aunque uno podría pensar que hoy en día todos tenemos la play conectada y nos da lo mismo, esto no es tan así en un juego de este calibre. Principalmente porque al hacerse mantenimiento de servidores, el juego queda offline y no podemos progresar en ninguno de los modos principales para un jugador, algo insólito. Sólo podemos acceder al modo personalizado que no tiene ningún tipo de desafío o dinero o autos por desbloquear. Esto nos resta posibilidades de desbloquear o comprar nuevos autos, algo que viene de la mano de otro problema y es el sistema de créditos del juego. GT7 ha sido nerfeado de una manera salvaje en esta versión haciendo que conseguir ciertos autos sea casi una tarea imposible.

Si bien es cierto que se pueden repetir las competiciones todas las veces que queramos, las recompensas son bastante pobres y muy lejanas de lo que salen las cosas en el juego, no solo los autos, también las partes que necesitamos para tunearlos y poder participar de nuevas competiciones. Esto deja un poco a la luz una intención, no muy bienvenida, de llevar al jugador a comprar vehículos (algunos pueden llegar hasta los 50 dólares!) y transformar esto en un show de micro-transacciones bochornoso. Según afirma el señor Yamauchi, están trabajando para recompensar a los jugadroes con nuevas pistas, competiciones y autos, pero no se ha hablado mucho de mejorar esta situación. A ver si se ponen las pilas.

Conclusiones

GT7 es una obra de indudable calidad que entusiasmará a cualquier fan de la serie y de los juegos de carreras en general. Su apuesta es enorme y de una factura técnica envidiable. Sólo resta puntos en forzar al usuario a jugar el juego siempre en línea y en un sistema de micro-transacciones bastante polémico. Como sea, no deja de ser un juego de autos muy competente.

Lo mejor

· La jugabilidad.

· Los gráficos.

· El sonido y la música.

· Los modos de juego.

· Los autos.

· La presentación y la nostalgia.

· El multijugador.

Lo peor

· La IA cumple hasta ahí.

· El sistema de micro-transacciones.

· Tener que estar en línea para jugar los modos single player.

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