Análisis de Call of Duty: Black Ops 2 - Xbox 360

La saga de Call of Duty nunca brindó un argumento bien confeccionado, donde todos los factores se conjuguen de manera orgánica y nos den un acabado completamente satisfactorio. Si bien contenían fases de adrenalina increíbles, terminaban siendo solamente pequeños momentos repartidos en una historia que no terminaba de cerrar.

Aquí todo cambia, y Call of Duty: Black Ops II nos llevará por una increíble trama episódica que irá de presente a pasado constantemente, controlando a diferentes personajes durante las 16 misiones principales que tiene el modo campaña, todo con cambios de ritmo y giros en la historia que nos dejarán perplejos en más de una ocasión. En esta oportunidad viviremos la historia de Alex Mason a fines de la Guerra Fría librada en los 80, como también la de su hijo, David Mason, quien se verá inmerso en un conflicto bélico futurista a manos de Raul Menéndez, el villano de turno, lleno de rencor hacia Norteamérica. Éste último es quien se llevará la palma por su carisma. Se ha robado el protagonismo en la historia, y gracias a la buena narrativa nos sentiremos en la piel de Menéndez, conociendo su pasado y las razones del porqué terminará siendo como és: un despiadado villano del que todos deberían temer. 

El resultado de la conjugación de todos estos apartados, es la mejor trama que se ha podido disfrutar en toda la saga, y sin dudas hay que atribuírle el logro a David Goyer -guionista de las tres películas de Batman que ha dirigido Christopher Nolan-. 

Call of Duty: Black Ops II nos presentaba un 2025 que permitía dejar volar la imaginación y pensar en una extensa lista de armamento futurístico que nos gustaría ver. Lamentablemente no ha sucedido esto, y si bien el juego contará con drones, torretas y quadrotors, son más bien un atisbo de lo que quiso parecer y no fue. Las armas corren la misma suerte, y no son más que las actuales pero con el agregado típico de una mira laser, lo que termina por condenar todos aquellos deseos de ver una verdadera guerra del futuro. Treyarch no ha sabido aprovechar una temática que podría haber dado un golpe al tablero, presentando algo nunca antes visto en la serie. Black Ops II es simplemente un Call of Duty de los de siempre, más realista del 2015, opaco de imaginación.

El modo campaña guarda varias novedades respecto a las anteriores entregas, como la personalización de armas y apoyos que podremos recibir durante la misión; o encontrar los documentos secretos esparcidos por el nivel. Aunque lamentablemente éstas no van a cambiar la simple excusa de avanzar por un camino prefijado, para acabar con todo aquel enemigo que se nos cruce por delante. Pero ahora nuestras decisiones tendrán un valor agregado al transcurso de la misión, en ocasiones permitiéndonos acceder a caminos alternos que guardarán secretos como pueden ser cócteles molotov, equipos que lucharán a nuestro lado, o ataques aéreos, entre otras tantas ayudas muy útiles para arrasar con todo cuando nos la veamos dura. Sin esta nueva forma de avanzar en la historia, no podríamos ni tendríamos la posibilidad de acceder a todo este potencial armamentístico. Pero simplemente, no suponen un cambio real a la trama ni las armas que utilicemos ni las decisiones que tomemos, más que variaciones en las cinemáticas al final del capítulo.

Los niveles no serán aptos para montar una estrategia al momento de atravesarlos, sino mas bien cerrados y centrados en la acción pura y dura. No es que esto sea malo, pero la estética "Hollywoodense" ya se va antojando demasiado repetitiva en la saga sin mostrarnos un deseo de cambio por parte de los desarrolladores que se encuentran cómodos con este esquema de juego. Claro que Treyarch no nos va a conformar simplemente con avanzar a pie durante las seis horas de juego, y nos ofrece algunos cuantos recreos para la mente, haciéndonos disfrutar momentos épicos como vuelos entre los edificios de Los Ángeles, escapes en vehículos mientras toda construcción va colapsando a nuestras espaldas, así como también grandiosas caminatas en plena década del 80 sobre el lomo de nuestro corcel. Todo forma un producto que cierra muy bien en cuanto a brindarnos variedad en el campo de batalla, por la acción que viviremos constantemente. Pero sin dudas ya lo vivimos tantas veces en la saga que se anda necesitando, de vez en cuando, niveles abiertos que ofrezcan algo nuevo al usuario, y tener más control en el desarrollo del acto, sin ser lo que es hoy, y hace seis años, Call of Duty: apretar el gatillo la mayor parte de la misión.

La inteligencia artificial se lleva el punto más negativo del juego, paupérrima por donde se la mire. Los enemigos serán simples estatuas que no se inmutarán si nos tienen frente a frente, dejándose expuestos a nuestra lluvia de balas que terminará por dejarlos rendidos en el suelo antes de darse cuenta que debían defenderse. Nuestros aliados tampoco se llevarán la palma, porque continuarán esta línea falta de esfuerzo por parte de los desarrolladores, no cubriéndose del fuego enemigo, ni intentando flanquearlos para ayudarnos en la tarea de avanzar.

Aún así, casi olvidando lo que es la campaña real del juego, dentro de la historia tendremos la posibilidad de jugar cinco misiones agregadas que se han llamado Fuerza de Asalto, las que alargarán una hora de juego si es que se opta por jugarlas. Sin dudas aquí se puede apreciar la frescura de un juego que tiene las posibilidades de renovarse si se hace énfasis en ello. Estos minijuegos consistirán en un reto de estrategia en tiempo real, donde se podrán mover a gusto a las unidades de combate durante la batalla; siendo lo más interesante el cambio de cámaras, permitiéndonos pasar de un segundo al otro de la típica vista cenital de los RTS a primera persona de cualquiera de nuestras unidades en el campo.

En materia gráfica, el IW Engine va quedando alarmantemente en el pasado. Si bien el trabajo de Treyarch por renovarlo a través de los años es impecable, hoy en día su versión 4.0 se antoja vieja y sin nada para ofrecernos más que los 60 frames por segundo estables. Respecto a este apartado, uno hasta llega a agradecer que el mapa sea cerrado, porque solo basta con alejarse unos pasos del sendero principal donde está prefijada la acción para ver una falta de trabajo que llega al borde de lo desastroso, mostrándonos unas texturas de chiste para un juego del 2012.

Claro que si seguimos el camino programado, veremos todo un espectáculo visual más que correcto, al que se le han sumado mejoras gráficas tales como mejoras en la iluminación dinámica, y expresiones faciales más detalladas, que terminan conformando un trabajo bueno, pero que hubiese sido aceptable hace tres años atrás.

Respecto al sonido, el juego hace un punto y aparte. Black Ops II ve acallados todos sus errores gracias al gran trabajo que ha montado el equipo de Treyarch. Los efectos son más que notables, con buenas recreaciones de las armas al disparar, al recargar, o de las condiciones climatológicas a las que nos enfrentemos durante la campaña. Aún así, no es lo que más destaca, sino que lo será la BSO realizada por Tren Reznor, el compositor que ha sabido dejarnos boquiabiertos con sus melodías de corto electrónico perfectamente adaptadas al futuro 2025.

Un viejo conocido que sabe renovarse año tras año de la mejor manera es el modo multijugador. Quedan pocas cosas para mejorar, y Treyarch se ha encargado de subir el listón más alto. Esta vez nos encontraremos con un total de trece mapas donde disputaremos los enfrentamientos, con una variedad que se presta para todos los estilos de combate, ya sea para campear como francotirador, como carne de cañón que va al choque constantemente, o para el sigiloso que se oculta tras las sombras esperando a su presa para cazarla cuando menos se lo espere. Si a esto le sumamos los 24 modos de juego -Duelo por equipos, Dominación, Baja confirmada, entre otros- que componen el multijugador, tendremos diversión asegurada por mucho tiempo. Amén que podremos grabar en video nuestros enfrentamientos para ser compartidos con la comunidad, dándole un plus de competitividad a la hora de mostrar nuestras proezas únicas e irrepetibles.

Al momento de armarnos para combatir, tendremos diez slots a nuestra disposición para guardar un arma principal, un arma secundaria, granadas o minas claymore, una herramienta táctica, ventajas del tipo A, B o C y adición. Nada que no se haya visto ya, pero con la diferencia de que podremos utilizar estos espacios para reforzar armas si es que estamos dispuestos a sacrificar algunos otros slots. Además dichas armas serán mejorables a medida que vayamos aumentando nuestro nivel, pudiendo adherirles miras de diferente estilo, así como también lanza-granadas, entre otras tantas.

Subir de nivel esta vez será más fácil para todos por el trabajo que ha hecho Treyarch en cuanto a la nivelación del modo online. De esta forma, el método que más nos ayudaba a sumar puntos rápido se ve afectado considerablemente. Las rachas han cambiado, y ya no serán por cada enemigo abatido, sino por cumplir los objetivos y ayudar al equipo en su misión. Así es como las partidas se tornan más igualadas, y solo los más experimentados podrán acceder a las perks más deseadas y destructoras durante la batalla, por el simple hecho de que se ha aumentado considerablemente la cantidad de puntos para poder hacer uso de ellas.

Por último, pero no menos importante, encontramos en Call of Duty: Black Ops II el modo zombies. Este será cooperativo para hasta cuatro jugadores, y tendrá varias novedades que ofrecer. Los zombies serán más duros y violentos que nunca, y para enfrentarlos tendremos a nuestra disposición diferentes armas ya vistas en el juego y piezas para confeccionar artilugios tales como escudos o trampas para soportar los constantes ataques en los tres tipos de juego que incluye este modo.

Supervivencia es el primero y ya conocido por todos aquellos que jugaron al primer Black Ops. Consiste en aguantar oleadas de enemigos mientras vamos desbloqueando nuevas áreas de lo que termina por ser un amplio nivel repleto de armas para comprar, baúles con poder de fuego al azar, o puntos estratégicos para poder acabar con estos infectados increíblemente duros en las últimas rondas. Por otra parte, tendremos las dos novedades: Tranzit y Grief. El primero será la atracción principal, dejándonos recorrer diferentes ciudades atestadas de zombies por medio de viajes a bordo de un autobús. Éste será fundamental para escapar a otra locación, ya que si lo perdemos, lo más seguro es que terminemos perdiendo nuestra vida.

El segundo y último modo será Grief, el cual consiste en un juego por equipos que se verán divididos en distintos lugares, desafiándolos a triunfar en la batalla por quién llega más lejos durante la invasión. Un punto interesante de este modo es que podremos fastidiar al equipo contrario robándole sus power-up, y matando así sus chances de sobrevivir por mucho tiempo. 

Vuelve Call of Duty a las calles, y en esta ocasión le toca a la segunda parte de Black Ops. Nos encontraremos con un juego que ha sabido mejorar todo lo visto en anteriores entregas, como lo es la trama del modo campaña, casi épica por momentos, así como también el multijugador, inagotable por donde se lo mire, incluyendo hasta 24 diferentes modos de juegos en 13 mapas y un modo zombies completamente renovado y complicado hasta la médula. No por ello se salvará de los errores, y es que el motor gráfico de Black Ops II se va quedando en el tiempo y se nota que necesita una renovación que seguramente veremos en la nueva generación que está al caer. Call of Duty se encuentra en una posición cómoda respecto a la competencia, y por el momento le alcanza y hasta le sienta bien. Hay poco por mejorar, pero son puntos fundamentales para que nada falle en la próxima entrega. Errores increíbles del tipo que se dan respecto a la IA de los enemigos y los aliados, son imperdonables hoy en día.

- La historia es excelente por donde se la mire, con un villano que se roba la trama.

- El modo multijugador es de lo más completo que se puede encontrar en el mercado.

- El modo zombies vuelve a hacer su aparición.

- El frenetismo de la campaña no se consigue en ningún otro FPS.

- La BSO se conjuga muy bien con el juego.

- Las fallas gráficas son alarmantes hoy en día.

- Se ha desaprovechado la temática del futuro.

- La IA de los personajes no jugables es de chiste.