13 de Noviembre del 2020

Análisis de Kingdom Hearts: Melody of Memory - PS4

Luego de las sensaciones agridulces que había dejado el lanzamiento de Kingdom Hearts 3, el que se supone venía a cerrar todos los cabos sueltos, la franquicia tomó un rumbo incierto. Encima, después se anunció Kingdom Hearts: Melody of Memory, un juego musical, y muchos no sabíamos qué esperar del mismo. ¿En qué terminó? Vení que te cuento.

Como un fanático de años de la franquicia, siguiendo la historia como podía y revisitando todos los títulos en orden con las recopilaciones para PS3 y PS4, finalmente le entré con todo a Kingdom Hearts 3. No voy a ahondar en opiniones, ya que pueden leer mi reseña aquí mismo, pero, al igual que a muchos, me dejó un gusto agridulce al terminarlo... sentía que un gran potencial había sido desperdiciado. Ya le empezaba a soltar la mano a la saga de juegos que tantas alegrías me había dado, y encima Square Enix anuncia un juego rítmico, algo completamente alejado a la jugabilidad ARPG de la franquicia.

Kingdom Hearts: Melody of Memory es un título rítmico en donde nuestros personajes irán corriendo a través de un pentagrama, y nosotros iremos derrotando enemigos al ritmo de la música, apretando el botón que se nos presente, y obteniendo un “Perfect!” “Good!” o “Miss” dependiendo de nuestro “timing” a la hora de tocar cada nota. Cada nota que pifiemos va a bajar nuestra barra de vida, y si ésta llega a cero deberemos empezar la canción desde el principio. El título cuenta con tres niveles de dificultad, que obviamente varían entre sí el ritmo y la cantidad de notas de cada canción.

A comparación de otros juegos del género, éste es un poco más sencillo, ya que no se nos presenta una gran variedad de botones o combinaciones, usando 3 o 4 en simultáneo como mucho. La mecánica base del juego es correcta, y esta sencillez se nota que es porque no es un título que esté apuntado a los más hardcores, sino que trata de abarcar a un público más amplio. Sin embargo, en el modo libre del título, podemos subir la apuesta con la opción “Performer”, que nos agrega algunos botones específicos, lo que le suma otro grado de dificultad y reto.

Contamos con varios modos de juego, lo que nos asegura muchas horas de diversión con el título. El principal y más importante es el modo “World Tour” en el que, mediante la Gummi Ship (como es común en los títulos de la saga principal), iremos recorriendo los distintos niveles y canciones. En este modo “World Tour” vamos a recorrer la historia completa de la saga, empezando desde Kingdom Hearts hasta finalizar Kingdom Hearts 3, y quizás un poquitito más también. Esto lo digo porque, al finalizar el juego como cualquier KH que se precie, tendremos algunas escenas secretas; pequeñas puntas de lo que vendrá más adelante.

Con ayuda de algunas escenas recopilatorias, Kairi nos va contando todo lo que pasó. Como fanático, me gusta mucho cómo está contada la historia acá, es un buen resumen, claro y sin vueltas. Me encantó el detalle de que, cuando la historia se va abriendo con hechos de diferentes juegos en simultáneo, el árbol/mapa del mundo se expande y nos cuenta bien las diferentes tramas.

Cuando se decía que tenía toda la música de la franquicia, es porque literalmente tiene todos los tracks de todos los juegos, y si falta alguno mucho no se nota. Para avanzar en la historia, obviamente, tenemos que ir completando las distintas canciones y juntando estrellas, que conseguiremos al cumplir ciertos retos específicos para cada canción, como pegarle a cierto porcentaje de notas o derrotar a todos los enemigos aéreos. Cada vez que pasemos una canción en el modo World Tour, se habilita para poder jugarla en el modo libre.

Otros modos de juego, además del principal y del modo libre, son el modo co-op y el modo Versus. En el modo co-op podemos jugar couch co-op con alguien más, uno como Sora y el otro como Riku, y tratar de conseguir el puntaje más alto. El modo Versus es un poquito más elaborado y nos permite jugar con gente a través de Internet o contra la computadora, en “peleas” donde podremos complicarle la vida al otro jugador con “trucos” (trampas) que vamos obteniendo al tener una buena performance.

Cada modo de juego, en especial el principal, se combina con pequeños elementos de RPG, como que nuestro equipo suba de nivel a medida que juguemos más canciones y se haga más fuerte. Contamos con 4 equipos predeterminados, y una vez que desbloqueamos uno, podemos usarlo indistintamente sin que afecte al progreso. A su vez, contamos con algunos ítems que podemos equiparnos antes de jugar cada canción, como pociones que nos curan si nuestra vida baja mucho, e ítems que multiplican nuestros puntos al finalizar. Los muggles también dicen presente, ya que podremos sintetizar estos ítems o canciones nuevas, cartas coleccionables, entre otros.

Obviamente, el juego tiene un apartado Museo donde tendremos disponible de todo, desde tarjetas de personajes, mundos, situaciones, etc, que iremos desbloqueando a medida que juguemos. Podremos ver las escenas animadas, videoclips y también escuchar la música.

Obviamente, al ser un juego rítmico, el apartado sonoro está cuidado al detalle, con cada melodía sonando justo como la recordábamos. Ahora, ¿qué hay del apartado estético? Cumple, pero no destaca. La sensación de estar en cada uno de los mundos de los distintos títulos está ahí, pero se nota que reutilizaron assets al mango de las recopilaciones que ya salieron para consolas actuales. Otra vez, al ser un juego musical, este no es un aspecto al que haya que prestarle demasiada atención, pero cumple; tiene toda la estética de un KH.

Conclusiones

Kingdom Hearts: Melody of Memory es un título que sorprende muy gratamente. Desde el momento en que se presenta la pantalla de presentación y una versión de “Dearly Beloved” empieza a sonar, cualquier fan va a quedar atrapado. La jugabilidad es correcta para un título del género, así como su estética. La manera en que está contada la historia y la cantidad de canciones que tiene lo hacen un recomendado para cualquiera que tenga aunque sea una mínima simpatía con la franquicia.

Lo mejor

· Cantidad de canciones.

· Modos de juego.

· La manera en que está contada la historia.

Lo peor

· La jugabilidad puede resultar demasiado sencilla para algunos, y tornarse repetitiva.

· El apartado gráfico no destaca.

· Falta de modo versus local.

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