Análisis de Roki - PC

A menos que seas una persona bastante joven, es muy probable que hayas crecido con aventuras gráficas, disfrutando de su evolución, riendo con su indescriptible humor y dando miles de vueltas en busca de ese objeto que te faltaba para superar un área. Hasta el día de hoy llevo Monkey Island 3 en mi corazón y lo considero uno de mis juegos favoritos, y lo menciono especialmente ya que hoy estamos ante una aventura gráfica de estilo point and click. No, en verdad no se parece al juegazo de LucasArts, y en cambio nos ofrece un viaje bastante único, llevado por un arte bellísimo.

En nuestros primeros pasos ya vamos descubriendo un poco de la magia que nos va a brindar Roki, ya que acompañamos a Tove y su pequeño hermano Lars por un corto camino en el cual ya se hacen menciones sobre la mitología nórdica, y también vemos los paisajes helados como la ambientación clave. Una vez los llevemos de regreso a su hogar, veremos a un padre totalmente dormido y despreocupado, por lo que nos tocará preparar la cena antes de ir a dormir. Y de la nada, el caos rompe la momentánea paz cuando una criatura enorme comienza a destrozar la casa e intenta atrapar a la familia. Tove y Lars logran huir, pero poco después la hermana queda sola, y acá es donde el juego realmente comienza, justo cuando se da cuenta de que ya no está en el bosque que recorrió durante tantos años... sino que se encuentra en un nuevo y misterioso lugar.

La historia es uno de los puntos fuertes de Roki, con personajes muy ricos y una narrativa que avanza a través de escenas que dejan ver con claridad lo que está ocurriendo, tanto desde el lado de la "villana" de turno, como desde el pasado de Tove y su familia. Y algo que interesará a muchos es el hecho de que en el camino hay muchos seres mitológicos que no suelen aparecer en otras obras de ambientación nórdica; o al menos yo nunca los había visto. Mientras que ya hemos apreciado muchas veces a los dioses, valkyrias y de más imponentes figuras, acá hay algunos puntos de la literatura escandinava que no se suelen tocar.

La introducción nos sirve para ir aprendiendo las mecánicas principales, las cuales son bastante comúnes para quien ya jugó un point and click, aunque en esta ocasión podemos mover libremente a Tove y no sólo a través del cursor. Todo comienza a relucir cuando llegamos a esta nueva área, ya con diferentes caminos, sitios en los que entrar y personajes con los que dialogar. No hay un sistema profundo de conversación, por lo que olvídense de esos puzles basados en recolectar información de un lado al otro, pero de resto tenemos todo lo infaltable: buscar objetos, utilizarlos sabiamente, mezclarlos entre sí para crear uno nuevo, intercambiarlos con los personajes, etc. Esta primera parte es muy divertida y atrapante, ya que la escenografía te envuelve mucho, al igual que su arte, y además no es demasiado complicada (más allá de que siempre se te puede pasar algo por alto, como en cualquier aventura gráfica). Las resoluciones tienen bastante lógica, y muchas veces vamos a poder deducir qué objeto necesitamos incluso antes de encontrarlo.

Pero Roki no se queda ahí, y en cambio va por nuevas mecánicas. Creo yo que al ser tan larga la primera parte, colocarnos en un nuevo escenario grande para hacer básicamente lo mismo hubiera sido un error, y los desarrolladores evidentemente pensaron lo mismo. Es por eso que más adelante nos regalan algunas habilidades nuevas para usar dentro de un área delimitada, pero que le dan al juego un nuevo color. Si nos hubieran dejado estas habilidades para el mapa completo y el resto de la aventura, hubiera sido una locura, pero el título conoce sus límites. No quiero mencionar estas nuevas formas de jugar para no arruinarles la sorpresa, pero de hecho el escenario final cuenta con una ya vista en otros juegos pero que le da el toque perfecto tanto a la variación de la aventura, como a la narrativa.

La duración puede rondar las 8 horas, dependiendo de cuanto tiempo nos quedemos atorados en las resoluciones. Reitero que no es un juego demasiado exigente, e incluso hay muchos puzles reciclados, pero la balanza queda en línea recta gracias a la linda trama. La calidad artística es de alto nivel, con diseños preciosos y que te mantienen con los ojos bien despiertos durante todo el trayecto. Realmente disfruté cada paso que di con Tove por este místico lugar. La música se presenta en los momentos importantes y le da el toque de drama justo para hacernos preocupar por los personajes, los cuales recordaré por un buen tiempo.

Roki es una muy bella aventura gráfica que nos invita a pasear por un mundo mágico y bañado de mitología nórdica, contando con algunos personajes que no suelen aparecer en este tipo de obras. En principio la jugabilidad nos invita a resolver situaciones tradicionales, juntando objetos y encontrando la forma de usarlos sabiamente, y más adelante se anima a lanzarnos nuevas propuestas, lo cual le da a la diversión y narrativa el balanceo justo.

· Muy lindos personajes y gran narrativa.

· Ambientación y dirección artística.

· Se siente como un clásico con sabor a nuevo.

· Muy poco realmente. Los veteranos del género van a notar muchas resoluciones recicladas.