Análisis de CrossCode - PS4

CrossCode es un RPG de estilo retro, financiado por crowfunding y que ya había sido un éxito en PC, aunque recién vio la luz en consolas durante este año. En él seguimos la historia de Lea, una avatar dentro del mundo CrossWorlds, que al parecer representa a una chica que en la vida real sufre de amnesia. Por alguna razón, jugar este juego es la única manera de recobrar sus memorias perdidas.

Pero esto es solo una pequeña punta de la historia. Lo que hace tan interesante a CrossCode es todo el lore alrededor del MMORPG que sirve de escenario para la aventura: CrossWorlds, un juego que permite a los usuarios participar del mismo con los cinco sentidos, controlando un avatar de “instamatter”, o materia instantánea, a partir de un dispositivo de realidad virtual. De este modo, estaremos por un lado jugando la historia de CrossWorlds y, al mismo tiempo, la trama de Lea, efectivizando una historia dentro de una historia.

Si bien es cierto que esta idea ha sido explorada en varias oportunidades en otras obras, lo que destaca en CrossCode es el armado del mundo. Realmente nos sentimos adentro de un MMORPG, a pesar de estar jugando un single-player. Por todos lados vemos “NPC” correteando por el mapa que hacen las veces de otros jugadores. Nuestros mismos compañeros de equipo intercalan observaciones sobre el juego y su vida real, y de paso aprovechan para tirarle algunos palitos a la industria. Pero además, algo muy interesante es que cada tanto podemos escuchar conversaciones entre los RPG que nos dan alguna idea de lo que hay más allá de CrossWorlds y la historia particular de Lea. Por medio de estos retazos de información vamos a conocer que tipo de sociedad hay más allá del juego, agregando así, una tercera vertiente a la historia.

Todos esos elementos hacen que estemos pegados al desarrollo de principio a fin, entre los dramas “reales” de nuestros compañeros, la aventura del juego y los problemas de Lea. Y déjenme decirles que no faltan las emociones ni las sorpresas. Y si encima le sumamos la ENORME cantidad de referencias culturales, es un título con mucho por descubrir. Sin duda, uno de los mejores guiones que pude jugar últimamente, y uno de los mejores mundos.

Apenas comenzamos el juego, CrossCode nos traslada a los viejos RPG de acción al mejor estilo Zelda. De este modo, podemos dividir la jugabilidad en dos grandes razgos: el combate y los puzles.

El combate es, en esencia, simple. Lea puede atacar tanto a distancia, “disparando” bolas de energía, como cuerpo a cuerpo, utilizando chakrams (un tipo de arma de hoja redonda). El juego nos obliga a combinar ambos tipos de combate y dominarlos lo mejor posible, especialmente cuando tratemos contra los bosses. En un principio disponemos de ataques básicos, pero a medida que avanzamos, tendremos a disposición ataques elementales. Por supuesto, los enemigos que encontremos también harán uso de los elementos, por lo que buena parte de la estrategia se va a basar en usar el elemento contrario. A la vez, con los aumentos de nivel vamos a poder desbloquear puntos de mejora que permiten utilizar ataques especiales o modificar nuestros stats. El mapa de mejora es muy amplio, por lo que vamos a poder adaptar al personaje al estilo que mejor nos parezca.

Además del disparo y el ataque, también disponemos de bloqueo y esquive, dos habilidades que también será necesario dominar. De este modo el sistema, a pesar de simple, se vuelve muy completo y adaptable al estilo de cada jugador. Sin duda un gran acierto.

Los puzles los vamos a encontrar, más que nada, en los templos (otra referencia a Zelda), y déjenme decirles que pueden llegar a ser bastante complejos y hasta frustrantes. La mecánica básica es utilizar las bolas de energía para accionar distintos tipos de switches, haciendo carambolas. El tema es que muchos de estos switches, dependiendo del templo, necesitan de alguna condición particular para ser activados: ya sea eliminar obstáculos o imbuir la bola con alguna propiedad elemental, que además cambia el comportamiento del proyectil. Más de una vez nos vamos a desvanar los sesos tratando de encontrar o fabricar la mejor ruta de contacto; y en otras oportunidades, vamos a tener que ir cambiando la ruta a medida que el proyectil se mueva. Estos últimos son, sin duda, los más dificiles, pero los más satisfactorios de sacar. También, sacando una página de Zelda, el elemento que adquirimos en cada templo nos va a servir para resolver nuevos acertijos y explorar más en profundidad.

Dentro de este apartado sería correcto mencionar a los bosses, puzles en sí mismos, ya que requieren de ciertas condiciones para ser derrotados. Desafiantes, difíciles e increíblemente divertidos, todas las batallas son alucinantes y sin duda lo mejor del juego.

La exploración es otro de los apartados que destacan en CrossCode, ya que aquí es donde mejor vemos mezclados todos los elementos del juego. Al mejor estilo MMORPG, las rutas entre pueblos y templos son zonas “abiertas” y llenas de enemigos, que sirven para cumplir las side-quests y aumentar de nivel. El juego favorece muchísimo la exploración con infinidad de caminos alternativos y cofres de tesoro secretos, para los que tendremos que hacer gala de nuestro ingenio si queremos llegar a ellos. Puedo asegurarles que te podés pasar horas tratando de encontrar la forma de llegar a tal o cual cofre, o activar tal o cual switch.

Tal vez la única crítica que se puede hacer en este apartado es que los gráficos retro-art, a lo 16-bits, pueden confundir un poco la vista, y hacer un poco más engorrosa la exploración. Más de una vez vamos a dudar de si aquella plataforma es alcanzable por un salto, o vamos a caer y vernos obligados a hacer toooodo el recorrido de nuevo. Una queja menor, pero que a veces puede frustrar bastante.

CrossCode lo tiene todo: una gran historia, una excelente jugabilidad, un mundo maravillosamente construido, hermosa dirección de arte y música, y horas y horas de diversión. Y lo mejor es que ¡aún no termina! Los desarrolladores, si bien le han dado un cierre a la historia principal, dejan todo preparado para el contenido post-game. Las criticas negativas que puedo hacer son mínimas: algún que otro problema de pespectiva en la exploración, y el hecho de haber experimentado algún que otro bug que crashea el juego. De todos modos, no es lo suficientemente grave para manchar esta joyita.

Si te gustan los RPG bien de vieja escuela, y no tenés miedo de exprimirte un poco el cerebro, CrossCode es para vos.

· El sistema de juego.

· La historia.

· El mundo.

· La exploración.

· Algún que otro bug.