Análisis de Destroy All Humans! - PS4

PlayStation 2 es, sin dudas, la consola a la que más horas de mi vida le dediqué. La cantidad de buenos juegos que se pueden encontrar en la querida plataforma de Sony es extrema, habiendo muchísimos que pasaron desapercibidos. Destroy All Humans! no debería ser uno de ellos, de hecho creo yo que es bastante conocido, pero por alguna razón no tuvo un gran éxito. Si bien la saga cuenta con dos títulos más, las andanzas de Crypto quedaron un poco en el olvido... hasta hoy. Black Forest Games decidió revivir al enfurecido alien con una remake del título original de Pandemic Studios. Quizás, con suerte, veamos una nueva entrega en el futuro, pero primero hay que ver como se desenvuelve este lanzamiento.

Ahora bien, si me preguntan a mí, tenía algunos recuerdos un tanto vagos del juego. Está bien que lo jugué hace diez años (si mis cálculos no fallan), pero había sólo dos cosas que tenía muy presentes al pensar en él: que me había hecho reír mucho y que no me había volado la cabeza. Al poner mis manos sobre esta nueva versión, reafirmé absolutamente ese primer recuerdo, y comprendí también bastante sobre el porqué del segundo.

Destroy All Humans! comienza cuando Cryptosporidium-137 y Orthopox-13 (Crypto y... ¿Ortho? ja) llegan al planeta Tierra en 1957 para investigar la desaparición de Crypto-136, perdido diez años atrás. Convengamos que nuestro protagonista es bastante cabrón y no viene en son de paz, por lo que su compañero y líder se comunicará constantemente con él para guiarlo y centrarlo en la misión. Estos diálogos entre los aliens son recurrentes en la trama y mantienen mucho humor, aunque sorpresivamente también hay muchas escenas entre misiones y, en general, un enfoque por mantener un argumento sólido. Además de recolectar todo el ADN humano posible, el dúo va a descubrir la batalla que le pueden presentar los humanos. Así que lo mejor va a ser destrozarlos.

El juego no pierde el tiempo y en sus primeros pasos ya nos presenta un montón de habilidades alienígenas de lo más hermosas, siendo mi favorita la telequinesis. Mandar a volar todo de forma ilimitada y dinámica es una de las cosas más divertidas del juego (podés resolver muchas situaciones de combate con tan solo esta herramienta). Para defendernos también vamos a contar con una pistola de rayos y otras que se sumarán con el correr de las misiones. Para movernos tenemos un jetpack bastante útil (aunque con sus límites) o una patineta que nos da un envión. Las sorpresas no terminan ahí, ya que Crypto también puede optar por el sigilo y usar habilidades como leer mentes, hipnotizar o disfrazarse de humano. Por último, nada más delicioso que subirnos a nuestra nave y causar un caos total.

Comprendidas las habilidades de nuestro querido marciano, hay dos tipos de misiones bastante claras: las que requieren de pasar inadvertidos, y las que no. Cuando da igual que nos descubran, vamos a tener que ir de un punto al otro del mapa, eliminar a algunos enemigos, agarrar ciertos objetos y demás misiones que no revolucionan demasiado y se vuelven repetitivas enseguida. Vale aclarar que el juego está dividido en varios "mundos abiertos", solo que de corto tamaño. Ahora bien, aunque las misiones de sigilo deberían ser la excusa perfecta para darle algo de variedad al asunto, lo cierto es que eran una de las razones por las que tenía algunos recuerdos negativos dándome vueltas por la cabeza. No son difíciles, solo que es angustiante ser descubiertos por una pavada y tener que repetir todo. Y ya que estamos, los tiempos de carga son molestos.

Obviamente, hablamos de un juego con 15 años encima, por lo que hay ciertos elementos de stealth que quizás no eran indispensables en ese momento. Ni siquiera podemos ocultarnos tras algún elemento, aunque sí tenemos indicadores en la interfaz que nos ayudan a saber si estamos a la vista o no. Si tengo que ser honesto, en este juego se pierde más por idioteces que por que sea difícil. A veces las acciones no apuntan del todo bien, entre otras cosas rotas.

Pero basta de hablar de las cosas malas que, aunque toca mencionarlas, no logran opacar el resto del trabajo detrás de esta aventura. Crypto cuenta con un sistema de mejoras, en el cual podremos comprar algunos upgrades para el armamento, el escudo o la propia nave. Y quería llegar a este punto para hablar de las novedades de esta remake, ya que el agregado de unos cuantos upgrades sólo es una de ellas. El juego cuenta con nuevas misiones secundarias e incluso una principal que había sido eliminada del título original. La jugabilidad fue bastante pulida, permitiendo hacer algunas acciones a la vez que antes no se podían, y mejorando totalmente las instancias de combate gracias a ello. Hay algunos elementos nuevos, como la posibilidad de conseguir munición transformando objetos del escenario. Y no se si yo era más chico y, por ende, más despistado cuando jugué al original, pero recuerdo haberme perdido en algunas ocasiones; en esta remake las misiones están más claras.

Como verán, está todo bastante balanceado. En tan solo cinco minutos, Destroy All Humans! nos cumple demasiado el "feeling" de ser un alien. Tenemos un montón de herramientas divertidas para combinar a placer y hacer destrozos en las misiones. Y aunque siga arrastrando algunos momentos molestos y se vuelva repetitivo, dura la justo y cuenta con novedades. Eso sí, sentí la necesidad de, aunque sea, algún boss más, ya que el primero me pareció súper entretenido. Ah, es verdad, no hablé de los gráficos. ¿En serio necesitan que les diga que se ve más lindo? Bueno, se ve más lindo.

Destroy All Humans! es un entretenido título, que vuelve tras quince años para el deleite de quienes se perdieron las aventuras de Crypto en aquella época. Esta remake trae, además de la esperada renovación visual, algunas mejoras y agregados en la jugabilidad que realmente suman. Para quienes ya disfrutaron del juego original, van a encontrarse la misma aventura, divertida por sus gadgets y un poco pesada por sus misiones repetitivas y sus momentos rotos.

· Además de contar con buen humor, el juego presenta una historia bien llevada.

· Gran experiencia alienígena: Crypto tiene chiches para todos los gustos.

· Esta remake agregó contenido y mejoró la jugabilidad.

· El juego no es muy largo y así y todo las misiones se vuelven repetitivas.

· Los momentos de stealth no son del todo satisfactorios.

· Tiempos de carga molestos.

· Hay momentos "rotos" y perder por cualquier cosa es frustrante.